No es la vasca una economía que dependa en gran medida del turismo pero la actividad que se mueve estos meses de verano en torno a hoteles, restaurantes y el resto del ocio siempre es bienvenida. El modelo turístico que tratan de impulsar las instituciones vascas dista mucho del que se ha implantado en otras comunidades autónomas del mediterráneo, tratándose en ese sentido de un perfil de visitante más enfocado en estancias cortas y orientado a la cultura y la gastronomía.
En ese sentido se mantiene ese aumento en el número de turistas extranjeros, que son los que tiran del crecimiento del turismo en el mes de julio, según las últimas estadísticas. En el caso de los hoteles las pernoctaciones apenas crecen una décima en relación a julio de 2023, según los datos del INE, con un avance del 4,6% en el número de noches por parte de residentes fuera de España y un ligero bajón en el caso de personas de otras comunidades autónomas.
De todas las noches en hotel en julio, un 54% correspondieron a visitantes extranjeros, ya por encima de lo que supone el turista nacional. Con una estancia media ligeramente superior a los dos días, lo que apuntala ese modelo de visita más bien breve, en muchos casos de paso hacia otros puntos de la península, la tarifa media diaria por habitación se situó en los 144,34 euros, lo que representa una subida del 5% interanual.
Apartamentos y turismo rural
En cuanto a apartamentos y hoteles rurales, la tendencia es la misma, si bien el volumen de turistas extranjeros en este caso es algo más bajo, sobre todo en las casas rurales. Los apartamentos aumentan con fuerza su protagonismo con un crecimiento de las pernoctaciones próximo al 10%, que en el caso de los extranjeros se va hasta el 20%, según datos de Eustat. La estancia media sigue en torno a 3 días.
En cuanto al turismo rural, los extranjeros representan todavía menos de una tercera parte de los visitantes que hacen noche, con un repunte en este caso de las pernoctaciones de visitantes foráneos de poco más del 1%. Es sin duda en este segmento en el que más se nota que la preferencia de los turistas extranjeros sigue siendo la ciudad.
Curiosamente el turismo rural crece con fuerza en Álava mientras que se mantiene en Gipuzkoa y pincha en el caso de Bizkaia.