El dato de recaudación de agosto tiene ya cierto peso a la hora de valorar el saldo final del ejercicio en las arcas públicas vascas. Gobierno vasco y diputaciones suelen reunirse en el llamado consejo vasco finanzas a mediados de octubre, en el que se empiezan a preparar los presupuestos del año siguiente con los números a cierre del mes de septiembre.
Mucho deben cambiar las cosas este mes para que el cónclave entre el consejero de Hacienda, Noël D'anjou y los máximos responsables de las tres diputaciones discurra en un ambiente de radiante optimismo. No es que la cosa vaya mal, ni mucho menos, tras unos años de alegrías en la recaudación de las tres haciendas forales, pero de momento 2024 no avanza según lo previsto.
Aun así la mejoría en agosto sitúa el crecimiento del dinero que entra a las haciendas vía impuestos en el 2,1%, lo que supone un paso adelante de un punto porcentual respecto al pobre avance hasta julio. La proyección apunta a que el margen positivo puede seguir acercándose en los meses finales del año a ese objetivo cercano al 5% marcado por el anterior consejero del ramo, Pedro Azpiazu, con el que se trazaron las Cuentas vascas de este ejercicio.
Si hasta ahora parecía impensable un crecimiento de ese calibre, ahora sí se abre una ventana a poder cumplir lo establecido en el anterior consejo de finanzas de febrero y rondar sin problemas los 19.000 millones de recaudación en total, un techo histórico.
Bizkaia, un 3% más
Hay dos buenas noticias en el dato acumulado hasta agosto. Por un lado las tres haciendas forales salen de números rojos y, aunque modestos, presentan crecimientos en los ingresos respecto a los ocho primeros meses de 2023.
Pero es que además Bizkaia, el territorio más relevante en cuanto a volumen de ingresos, crece por encima de la media al avanzar un 3%, ya una mejoría bastante sólida con un IRPF que no pierde ritmo pese a las devoluciones por sentencias judiciales a los mutualistas.
Gipuzkoa, que arrastraba en julio malos datos precisamente por este motivo, se coloca ya en números negros al ingresar un 1% más hasta agosto, un puñado de décimas por debajo de Álava, que también ingresa más que el año pasado.