A pesar del contexto "poco favorable" que sufren los jóvenes vascos a la hora de independizarse, con un incremento de los precios del alquiler y el encarecimiento de las hipotecas por las subidas de los tipos de interés, los datos son positivos. Y es que en Euskadi uno de cada tres jóvenes de entre 18 y 34 años está emancipado, dato que sube hasta siete de cada diez si se tienen en cuenta los vascos de entre 31 y 34 años. Así se desprende del último estudio 'Juventud, emancipación y necesidad de vivienda en Euskadi' realizado por el Observatorio Vasco de la Juventud. 

Según el informe, que es anterior a la implantación de las ayudas Emantzipa y Gaztelagun -"por lo que no mide su impacto"-, la edad media de emancipación es de 29,8 años y más de la mitad de los emancipados -52,4 %- residen en viviendas de su propiedad, mientras que el restante lo hace de alquiler. 

Esta es una realidad que viene manteniéndose porque en 2015 los porcentajes eran similares: el 52,5% vivían en viviendas de su propiedad y el 44,0% en viviendas arrendadas; y seguiría el modelo de emancipación tradicional en Euskadi, ya que los jóvenes abogan "por una vivienda en propiedad y en pareja".

En la encuesta nueve de cada diez personas arrendadas afirman precisamente que realmente no tienen ingresos suficientes o estables para acceder a una compra, por lo que el alquiler es, una opción temporal. Además, quienes alquilan, en muchas ocasiones, lo hacen por no poder acceder a una compra, y, en ocasiones les supone un "esfuerzo mayor", ya que los alquileres son de media unos 60 euros más caros que los pagos mensuales hipotecarios.

Grúas de construcción PIXABAY

Los vascos destinan 7,1 años de su salario íntegro

Además, y según el Informe de Tendencias del Sector Inmobiliario, los vascos dedican de media 7,1 años de su sueldo íntegro bruto a pagar una vivienda, lo que supone un esfuerzo un 11% menor que hace un año -cuando hacían falta 8 años- e inferior también al conjunto de España, donde de media hacen falta 7,4 años para pagar la vivienda.

La brecha varía entre los 4,9 años de salario íntegro que debe destinar un ciudadano de Murcia en la compra de una vivienda y los 9,2 años de Madrid.