La temporada del txotx coge cada vez más protagonismo en Euskadi. Al grito de "Gure sagardo berria!" se inauguraba hace unos días este periodo, que durará hasta abril y que cada año deja más visitantes en las sidrerías vascas. Este 2025, hasta 800.000 amantes de esta bebida.
Durante el año pasado, las 46 sidrerías de Euskal Sagardoa -una de Álava, tres de Bizkaia y 42 de Gipuzkoa- elaboraron, para ser consumidos esta temporada, 1,3 millones de litros de sidra con los 2 millones de kilos de manzana recolectados, un 60% menos que en la cosecha de 2023.
Un descenso en la cosecha que viene motivado, tal y como apunta el coordinador de la D.O., Unai Agirre, por dos factores: la buena cosecha del año anterior, “por lo que ya se esperaba que la de este año iba a ser menor” y las condiciones climatológicas del invierno, con escasez de frío, que han provocado la caída de la manzana autóctona -la que permite hacer sidra D.O.- que se ha recolectado.
"Es complicado saber las consecuencias que esta disminución de la cosecha tendrá en el precio de la bebida"
Aunque señala que es complicado saber las consecuencias que esta disminución de la cosecha tendrá en el precio de la bebida, en botella y en bodega, y pese a que "cada bodega elaboradora intenta distinguirse y diversificar cada vez más los productos elaborados -sidras mono y bivarietales, sidras de parcela, madurados sobre lías o en madera…"-; Agirre destaca la calidad que este año tendrá la bebida.
Un zumo de manzana que, debido a las características que ha tenido la fruta recolectada durante el año pasado "será de mayor cuerpo y carácter, con una buena capacidad de evolución en el tiempo y muy aromática".
Durante el año pasado, las 46 sidrerías de Euskal Sagardoa -una de Álava, tres de Bizkaia y 42 de Gipuzkoa- elaboraron, para ser consumidos esta temporada, 1,3 millones de litros de sidra
Cambio en el consumo de la sidra
Como ya apuntaron desde la D.O. el año anterior, cuando cifraron en un 5% el consumo en bodega y en un 95% el consumo en botella, la apuesta del sector sigue siendo la venta de esta bebida a través de botella "con un producto de calidad y un consumo más diverso", señala Agirre.
Aunque, es cierto, apunta "que la temporada de sidrerías sigue siendo importante por la afluencia de consumidores amantes de la sidra. No solo por el beneficio directo, sino por todos los sectores indirectos en los que tiene repercusión como los taxis, hoteles o los propios distribuidores". Así, se calcula que unas 800.000 personas visitarán las sidrerías de Euskadi la temporada del 2025.