Arnaldo Otegi ha explicado el no de Bildu a la reforma fiscal / EFE
El portazo de EH Bildu a la reforma fiscal forzará cambios en el acuerdo de PNV y PSE
Es el segundo gran plante en materia económica de la coalición soberanista a jeltzales y socialistas tras su rechazo a los presupuestos
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El no de EH Bildu al texto base de PNV y PSE para impulsar cambios fiscales en los tres territorios, el segundo gran fiasco negociador en materia económica de los dos socios de gobierno tras el rechazo de la coalición soberanista a los presupuestos, complica sobremanera el futuro de la reforma tal y como está.
Jeltzales y socialistas deberán ahora tratar de recabar el soporte del PP, formación que avanzaba en una entrevista reciente en Crónica Vasca que se encuentra estudiando ahora mismo junto a expertos cuáles serán sus mínimos a exigir en caso de convertirse en la llave de la reforma.
A priori, los de Javier De Andrés dejan claro que el acuerdo PNV-PSE es "insuficiente" y en algunos aspectos es "una penalización". "Se penaliza el ahorro y la inversión", señalaba el líder de los populares vascos a este medio.
El líder del PP vasco, Javier de Andrés.
"Favorece a las élites"
El minuto y resultado a nivel político sirve en principio así en principio en los tres territorios porque, aunque en Bizkaia jeltzales y socialistas sí disponen de mayoría en las juntas, lo normal en materia fiscal es que se traten de promover cambios armonizados, en el mismo sentido para evitar diferencias entre las tres haciendas.
Obtener el apoyo de PP en las juntas alavesa y gipuzcoana debería ser sinónimo para los dos partidos que han impulsado la reforma, salvo sorpresa, de lograrlo también para Bizkaia, territorio sensible en materia de cargas para grandes empresas por estar su sede en Bilbao.
El consejero vasco de Hacienda, Noël D.Anjou
Arnaldo Otegi señalaba este sábado precisamente a este aspecto para explicar el rechazo de Bildu a los cambios fiscales. "Favorece los intereses de las élites", ha dicho Otegi, recordando que el PNV ha pactado suprimir el gravamen a las energéticas en Madrid.
Así las cosas, son los populares vascos los que tienen ahora la llave de esa reforma que los dos partidos que sostienen la gobernabilidad en las instituciones vascas pactaron a finales del pasado año con intención de aprobarla en 2025 y aplicar las medidas ya desde el 1 de enero con carácter retroactivo.
El PP ya ha apoyado los presupuestos en Gipuzkoa, mientras que en la coalición soberanista ha permitido con su absención que salgan adelante los de Álava.
