El portavoz parlamentario del PNV, Joseba Díez Antxaustegi, ha defendido que Euskadi debe liderar junto a la Unión Europea y el Estado español la respuesta ante las "amenazas" que podrían afectar a la industria debido a la posible llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos.
Según el representante jeltzale, el País Vasco destaca por su liderazgo industrial dentro del Estado y en gran parte de Europa, además de contar con una alta capacidad exportadora.
Según recoge Europa Press en declaraciones a Euskadi Irratia, Díez Intxaustegi ha destacado el "liderazgo asumido" por el lehendakari, Imanol Pradales, quien presentó el viernes en el Parlamento vasco la propuesta de creación de un grupo de acción para la defensa industrial.
Este grupo buscaría compartir diagnósticos y definir estrategias concretas para fortalecer la industria vasca, contando con la participación de diputaciones, cámaras de comercio, clústeres y representantes del tejido productivo.
Euskadi es la comunidad que más peso pierde en las exportaciones españolas en la última década
Desde la oposición, EH Bildu ha reclamado al PNV "más liderazgo" y ha acusado al Gobierno vasco de haber "subcontratado el plan industrial". La parlamentaria Ohiana Etxebarrieta ha subrayado la necesidad de adoptar una estrategia industrial más proactiva, con políticas públicas claras y un trabajo conjunto con los municipios para hacer frente a los desafíos del sector. Asimismo, ha propuesto la creación de un fondo vasco de inversiones para potenciar la política industrial del territorio.
Por su parte, desde el PSE-EE, la parlamentaria Aroa Jilete ha reconocido que Euskadi ha perdido peso en la atracción de inversiones extranjeras, aunque ha rechazado visiones catastrofistas sobre la situación. Ha insistido en la necesidad de una acción coordinada con Europa y España para proteger la industria, valorando positivamente el trabajo del Departamento de Industria y los avances logrados hasta la fecha.
En el espectro de la derecha, Santiago López, del PP, ha criticado la falta de un "plan claro" para la industria vasca, señalando que la comunidad llega "tarde y mal" a las transiciones tecnológicas, como el coche eléctrico, la inteligencia artificial y la transición energética. Jon Hernández, de Sumar, ha abogado por un "liderazgo público" más activo para revertir la pérdida de peso industrial de Euskadi, apostando por una mayor participación del sector público en el desarrollo económico.
Debate sobre el Salario Mínimo en Euskadi
Otro de los factores que han debatido los diferentes parlamentarios ha sido el SMI. En el caso del PNV, ha defendido la necesidad de subir el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en Euskadi y ha lamentado que Confebask "rehúya" la negociación al impedir la constitución de una mesa para abordar esta cuestión.
Joseba Díez Antxustegi ha criticado la postura de la patronal vasca, que rechazó la configuración de dicho espacio de diálogo "por una cuestión de forma y de fondo". Además, ha enfatizado la importancia de negociar y alcanzar consensos para mejorar las condiciones salariales en Euskadi.
Desde EH Bildu, han calificado de "veto inaceptable" la actitud de Confebask, subrayando el amplio consenso político, social y sindical a favor de un SMI propio para Euskadi. Ha instado al Gobierno Vasco a "tomar partido e interpelar a las partes", reclamando una postura más proactiva para desbloquear la situación. A su vez, ha pedido un acuerdo entre todos los partidos para superar el bloqueo impuesto por la patronal.
El 'no' de Confebask deja el SMI vasco en manos del Parlamento
Por su parte, el PSE-EE ha insistido en que Confebask "debe replantearse su postura" y aceptar una mesa de diálogo con los sindicatos. Aroa Jilete ha recordado que el vicelehendakari Mikel Torres ya manifestó el compromiso "inequívoco" del Gobierno Vasco con la subida del SMI y criticó que la patronal "ni siquiera quiera sentarse a negociar".
Mientras tanto, el PP ha argumentado que la prioridad no debería ser el salario mínimo, sino la mejora del salario medio, y Sumar ha acusado a Confebask de actuar en defensa de "los intereses de los patrones" en detrimento de los trabajadores.