M. A. Lertxundi
Publicada

2024 cerró con un IPC en Euskadi del 3,6%, casi un punto por encima del 2,8% que se registró de media nacional. Un aumento de precios que, pese a que las previsiones para este 2025 son buenas, el año pasado dejó consecuencias en las familias y hogares vascos sumándose a la inflación dada ya desde hace años. 

Según la última encuesta de Condiciones de Vida correspondiente a 2024 publicada este jueves por el Eustat, son ya tres de cada diez hogares los que se ven con dificultades para llegar a fin de mes y cuatro de cada diez familias las que creen que su situación económica ha empeorado en los tres últimos años. 

Una cifra que ha pasado en un año del 29% al 41%, dejando como resultado que solo el 43% restante considere que su situación económica se ha mantenido estable.

Así, desde 2019 ha crecido un 17,1% el número de familias que definen como mala su situación económica hasta el 26,6% y un tercio de los hogares que han sufrido restricciones económicas de algún tipo, lo que representa un aumento del 1,6% en cinco años.

Esas limitaciones económicas se han concentrado en especial en el ocio -en el 77,7% de los casos han asegurado tener restricciones en este ámbito dada su situcación económica-, en el vestido y el calzado -más de la mitad, un 56,4%- y en el equipamiento del hogar y en la alimentación -ambas con el 42%-. Por el contrario, las restricciones en cuidados médicos son las menos comunes -solo las presentan un 16,2%-.

Por otro lado, los equipamientos domésticos, principalmente electrodomésticos, están presentes en la inmensa mayoría de los hogares vascos. Sin embargo, un 39,8% de los hogares cuenta con pocos equipamientos de este tipo, una proporción que ha aumentado en 22 puntos porcentuales respecto a 2019. No obstante, casi el 100% de las familias dispone de equipamientos audiovisuales en la vivienda, y el 28,6% tiene muchos.

En 2024, un 2,6% de las viviendas familiares, casi 25.000 hogares, manifiesta no disponer de ningún tipo de calefacción, 1,2 puntos más que en 2019. En Euskadi, la calefacción individual continúa siendo el modelo más habitual en los hogares que cuentan con sistemas de calefacción, presente en el 63% de ellos.