Gipuzkoa cuenta con más de 350 kilómetros de vías verdes, consideradas todo un patrimonio natural con un fuerte impacto en la economía local. Estas vías cicloturísticas han permitido consolidar un nuevo modelo de turismo respetuoso con el entorno y centrado en la calidad de la experiencia y son, también, un ejemplo a seguir en el resto de España como alternativa al turismo masificado.
Ese es, precisamente, el objetivo de la Proposición no de Ley que el Partido Socialista ha debatida recientemente en la Comisión de Turismo del Congreso. Un texto con el que, como adelantó Crónica Vasca, se quiere reforzar el turismo verde y de interior ligado a la movilidad sostenible, especialmente a través de las vías verdes, el cicloturismo y otras actividades no contaminantes.
Una vía verde en Gipuzkoa.
Durante su defensa, Rafaela Romero, diputada socialista por Gipuzkoa, subrayó el impacto económico creciente de este modelo en territorios pioneros como Guipúzcoa y el conjunto de Euskadi. Aunque este turismo no se mide por volumen de visitantes, sí deja una huella positiva en la economía local: actualmente representa el 8,4% del PIB guipuzcoano, según los cálculos aportados por los socialistas.
“En Guipúzcoa hemos aprendido, tras más de alguna experiencia fallida, que nuestro inmenso patrimonio natural y cultural centrado en verde de montaña e interior, ríos, montes y pueblos, debe primar a la hora de diseñar el modelo turístico, uno atractivo, otro que cuide nuestro territorio y a nuestra gente, nuestra forma de vida, y que al final se acerquen, empaticen y valoren esa tierra que se visita”, explicó.
Romero señaló que la apuesta por la movilidad sostenible y las infraestructuras ciclistas se ha extendido a todo el País Vasco. En Euskadi, el turismo verde y sostenible supone ya el 6,6% del PIB, consolidándose como un sector estratégico y en expansión.
La diputada puso en valor la transformación de antiguos trazados ferroviarios en corredores verdes que combinan ocio, movilidad limpia y dinamización rural. “Cada kilómetro de vía verde es un kilómetro de convivencia, de aire limpio y de economía local viva”, explicó. Ejemplos como las vías verdes del Plazaola, del Urola o del Bidasoa muestran cómo estos recorridos permiten redescubrir el patrimonio natural y cultural mientras fomentan la cohesión social.
Cuatro objetivos
La proposición no de ley socialista propone cuatro objetivos. Por un lado, fomentar infraestructuras sostenibles como vías verdes, caminos naturales y redes ciclistas seguras. Por otro, trabajar en coordinación con las comunidades autónomas, competente en esta materia, e impulsar la movilidad limpia y el alojamiento responsable. Por último, la proposición no de ley quiere también sensibilizar al visitante acerca del valor del patrimonio natural y cultural.
Romero defendió que el éxito observado en Guipúzcoa y Euskadi puede servir de referencia para otros territorios del país. Insistió en que la población local percibe este turismo como una oportunidad de desarrollo equilibrado, inversión social y ambiental, y no como una carga.
“Les pido que no vean en este texto solo la constatación de un éxito en Guipúzcoa y Euskadi. Para nosotros es una declaración de presente y de futuro, pensando que este turismo que podemos y debemos diseñar e implementar se aproveche para cuidar el patrimonio de toda España y convivir mejor con los pueblos de España que reciben turismo”, subrayó.
