Casi recién terminado el ERE que siguió a la adquisición del Banco Popular, el Santander afronta de nuevo un redimensionamiento de su plantilla y de su red de oficinas. La semana pasada comenzaba el proceso de negociaciones con la primera reunión para realizar un ajuste de 4.000 trabajadores en el conjunto de España y cerrar entre 900 y 1.000 oficinas, un 32% de la red de 3.100 con la que cuenta actualmente en toda la geografía española.
Hoy ha tenido la segunda reunión tras el arranque de la negociación el 17 de noviembre y el Banco Santander, según ha podido saber ´Crónica Vasca´, ha trasladado a la representación de los trabajadores su planteamiento del cierre de 44 oficinas en Euskadi. Supone el 36% de las 122 que actualmente tiene la entidad en el País Vasco.
Por territorios, es Gipuzkoa donde la afección es mayor, ya que se plantea el cierre de casi la mitad de las oficinas. Así, la propuesta establece cerrar 20 de las 46 instalaciones que hay actualmente en ese territorio. En Bizkaia, el documento señala 18 oficinas (31%) de las 59 que actualmente están operativas. Y, por último, en Álava, el cierre ascendería a 6 de las 17 sucursales con las que actualmente cuenta el territorio.
De momento, las conversaciones y documentación entregada sólo hace referencia, por territorios, a números de oficinas. En cuanto al personal, las cifras que se manejan siguen siendo globales. En Euskadi, actualmente, la plantilla del Banco Santander asciende a 750 personas que siguen con atención este proceso que finalizará el 17 de diciembre. Y es que el Banco cuenta con un periodo legal de 30 días una vez iniciada la mesa negociación el pasado martes.
Actualmente, el banco plantea un ajuste sobre 3.957 trabajadores de oficina, 309 de la estructura intermedia, 150 del servicio de control, 229 del centro corporativo y 107 con excedencias compensadas.
Estos ajustes vienen seguidos de los que la entidad acometió tras la absorción del Banco Popular, con 3.223 empleos, los 1.100 de 2018 y los 1.380 en 2016. Actualmente, la entidad presidida por Ana Patricia Botín, cuenta en España con unos 29.000 empleados y 3.100 oficinas, de las que se cerrarán en este proceso entre 900 y 1.000.