El edificio que tiene el Santander en la bilbaína plaza Jado acogerá un centro de “Santander Personal” con un centenar de gestores que atenderán este nuevo servicio de banca. Es una de las medidas que se están concretando en la trasformación de servicios que está desarrollando la entidad presidida por Ana Patricia Botín y que, en Euskadi, provocará el cierre de 44 oficinas. Precisamente, un volumen importante de los gestores de estas sucursales terminarán en esta infraestructura.

En las negociaciones de los últimos días la cifra total de despidos en España se ha reducido de 4.000 a poco más de 3.800 personas. Y es que el banco ha planteado aumentar las recolocaciones hasta 1.200 trabajadores que saldrán de su puesto actual en una oficina al uso. Muchos de ellos, hasta 300, se trasladarán a trabajar a estos centros de “Santander Personal”. Unas nuevas oficinas centralizadas donde se da una atención al cliente de modo telefónico y por internet en horario de mañana y tarde.

El banco ha impulsado estos centros con la plantilla proveniente de los gestores de sus oficinas. Así, en septiembre, eran 400 personas en alguno de los centros ubicados en Madrid, Barcelona, Sevilla, A Coruña, Valladolid, Valencia y Bilbao. Y el objetivo es llegar a más de 2.000 trabajadores.

El edificio de la entidad en la Plaza Jado comenzó a recibir a estos gestores en la medida en que se fueron cerrando algunas de las oficinas durante el confinamiento. Ahora, se encuentran unas 45 personas, pero el centro contará, al menos, con un centenar de trabajadores que atenderán a los clientes por teléfono e internet. Así pues, será éste el destino de muchos de los gestores de la entidad financiera cuyas oficinas se cierren en Euskadi.

Y es que el Santander defiende que se trata de un servicio de valor añadido que ofrece el banco para adaptarse a las nuevos tiempos, dando mayor importancia a la banca telefónica y a internet. La entidad señala que son gestores con experiencia los que atienden al cliente, manteniendo la calidad del consejo con la inmediatez de la atención. Unas medidas que se integran en el proceso de transformación que afronta la entidad para la prestación de sus servicios y que conlleva los ajustes de personal y oficinas.

El Santander continúa avanzando las negociaciones para afrontar una reestructuración de su negocio bancario que pasa por el cierre de un millar de las oficinas que tiene en España y por un ajuste en su plantilla de 3.872 trabajadores en todo el país. De momento, en Euskadi, las cifras que se han concretado afectan solamente a las oficinas. Se cerrarán 44, el 36% de las 122 que actualmente tiene la entidad. Sobre la plantilla vasca, formada por 750 personas, todavía no se han concretado cifras definitivas.

Por territorios, es Gipuzkoa donde la afección es mayor, ya que se plantea el cierre de casi la mitad de las oficinas. Así, la propuesta establece cerrar 20 de las 46 instalaciones que hay actualmente en ese territorio. En Bizkaia, el documento señala 18 oficinas (31%) de las 59 que actualmente están operativas. Y, por último, en Álava, el cierre ascendería a 6 de las 17 sucursales con las que actualmente cuenta el territorio.

Para los sindicatos representados en la mesa, como CCOO,  es una medida que puede “ayudar a salvar muchos empleos” y la consideran “positiva”, aunque señalan que todavía queda mucho para avanzar en el acuerdo. ELA, por su parte, señala que el centro de “Santander Personal”, lejos de ser un servicio de valor añadido es un “call center” con unas condiciones laborales que “en nada tienen que ver con las que tenían esos gestores”.