Los sindicatos han desconvocado la huelga del puerto de Bilbao. Desde mañana sábado a las 8 de la mañana volverán a sus puestos de trabajo con normalidad. Se pone así fin, al menos temporalmente a una huelga que había paralizado el puerto de Bilbao desde el 8 de octubre. El procedimiento se ha iniciado después de que el Ministerio de Trabajo haya puesto en marcha la mediación propuesta a empresas y sindicatos y para el que era una condición necesaria la desconvocatoria de los paros.
El Ministerio de Trabajo, tras recibir las respuestas a su hoja de ruta de los sindicatos y de las empresas de la estiba, ha enviado esta mañana un documento oficial a ambas partes anunciando el arranque de los contactos tutelados por la Dirección General de Trabajo. La institución que dirige la ministra Yolanda Díaz, envió el lunes pasado un documento en el que señalaba que "había una oportunidad para el diálogo" e instaba a las partes responder antes del día de ayer para aceptar un calendario de reuniones bipartitas. Se trata de una negociación que se desarrollará en dos fases. La primera, hasta el 22 de diciembre, y en la que empresas de Bilboestiba y representantes de los trabajadores deberán mantener dos reuniones y una tercera el día 22 en la sede del Ministerio. La segunda fase sólo será necesaria si no ha habido acuerdo y repetirá el modelo de dos reuniones entre las partes y una tercera y definitiva en Madrid el 13 de enero. Para todo ello, el Ministerio de Trabajo exigía la desconvocatoria de la huelga
Los sindicatos aceptaron la propuesta de mediación el martes comprometiéndose a parar la huelga si la patronal también aceptaba; y, ayer fueron las empresas agrupadas en Bilboestiba, Cosco, Bergé, S.L.P. y Toro y Betolaza, las que enviaron al Ministerio su aceptación de la mediación, con la "condición irrenunciable" de que se excluyan de la negociación las cuestiones "estrictamente jurídicas que son implanteables". En referencia a que las tareas complementarias no se puedan incluir en el convenio. Además, solicitan también el compromiso de que si, finalizado el plazo de la mediación, no hay un acuerdo, se acuda al "arbitraje forzoso". Los sindicatos no recibieron bien esta propuesta de la patronal, que consideraron un "condicionamiento sustancial que no responde al espíritu con el que se acude a una mediación" y que evidencia la "imposición" que vienen ejerciendo.
En cualquier caso, para el Ministerio de Trabajo ha sido suficiente y ha emplazado oficialmente a las partes para que inicien los contactos de acuerdo a su hoja de ruta. Los sindicatos, que se reúnen hoy, deberían desconvocar la huelga y volver a la actividad, mientras comienza el intercambio de agendas. A la espera de estos movimientos, el fondo sigue estando muy atenazado entre las partes que acumulan ya encontronazos desde mucho antes del comienzo de la huelga el 8 de octubre. Las empresas vienen reclamando la necesidad de adaptar el convenio a la legalidad que pasa por la liberalización de los trabajos complementarios en la dársena que, en cambio, los sindicatos quieren que se reconozcan como tareas reguladas en el convenio. Se trata de una cuestión, la liberalización de las actividades en los puertos, que viene siendo impulsada y reclamada por la Unión Europea, con el refrendo del Tribunal de Justicia de Unión Europea y con dos pronunciamientos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Este punto es, precisamente, el elemento de bloqueo de las negociaciones, ya que las empresas reclaman la capacidad de organizar estas tareas complementarias de forma autónoma y los representantes de los trabajadores, en cambio, exigen como "punto innegociable" que los 110 trabajadores eventuales que las desempeñan sean incorporados a la plantilla estructural de 320 personas.
Más que un avance hacia un acuerdo, parece más un restar pasos para llegar al "arbitraje forzoso"
La desconfianza sigue planeando en el entramado del conflicto. La patronal cree que sólo cabe una solución a través de un "arbitraje forzoso", una medida que también reclamó el lehendakari Urkullu al presidente Pedro Sánchez y que generó un movimiento desde el Ministerio de Transportes que llevó a los sindicatos a pedir, primero, una mediación en Trabajo del Gobierno vasco, rechazada por las empresas y, posteriormente a acudir al Ministerio de Trabajo. Esta institución es a quién compete la activación de esa medida, la del "arbitraje forzoso", pero la ministra Yolanda Díaz no quiere acudir a una medida "tan excepcional", sin agotar las vías de diálogo. Así pues, este movimiento, más que un avance hacia un acuerdo se parece más a un agotar todos los pasos para llegar a la solución forzosa.