Rolls-Royce ha confirmado que pondrá en el mercado a su filial ITP Aero, con sede en Bizkaia, durante el primer semestre del próximo año 2021, con lo que se hace oficial una decisión esperada desde hace meses.
El anuncio lo realizó recientemente Stephen Daintith, director de Finanzas de la compañía británica, quien indicó que espera que este sea el activo más importante para la recuperación de la matriz con el que espera ingresar en cartera alrededor de unos 2.000 millones de euros. Hay que recordar que Rolls-Royce acaba de integrar en ITP Aero la planta de Hucknall, en Reino Unido, con unos 620 trabajadores y su carga de trabajo para hacer más atractiva esta venta.
A las dificultades en las que se encuentra inmerso el sector aeronáutico se suma la poca visibilidad que tiene la recuperación del sector a niveles previos a la pandemia de la covid-19 a medio plazo. Por todo eso, la compañía británica considera que se podrían plantear muchas dudas sobre la capacidad del grupo de seguir operando. Además, hay que recordar que su crédito renovable de 1.900 millones de libras (2.109 millones de euros) vence antes de un año, en octubre de 2021, y que sus perspectivas apuntan a la necesidad de contar con una cantidad similar de fondos para mantener la suficiente liquidez para continuar en el negocio con unas garantías mínimas.
La pandemia mundial ha provocado impactos importantes en el negocio de Rolls-Royce, especialmente "en los programas de aviones de fuselaje ancho", según fuentes de la firma. Rolls-Royce ha sufrido una pérdida récord de 5.900 millones de euros en la primera mitad del año, castigada por el hundimiento de la demanda en el sector aéreo y por cargos financieros.