Tamara Yagüe hizo historia el pasado mes de mayo. La directora general de componentes eléctricos Tecuni se convirtió en la primera mujer que preside la Federación Vizcaína de Empresas del Metal (FVEM), algo que no había sucedido en sus 127 años de historia. Licenciada en Derecho por Deusto, cuenta con amplia experiencia y en los próximos 4 años de mandato al frente de la patronal del sector más importante de la economía vizcaína, que cuenta con unos 48.000 trabajadores/as, le toca afrontar una nueva crisis. El reto de la transformación digital y tecnológica del sector, así como “la internacionalización, la atracción de talento y el fomento de la diversidad cultural y de género”, tal y como destacó en su primer discurso al frente de la entidad.
Desde 2007 al frente de Tecuni, directora del grupo Vinci Energies, forma parte de comité ejecutivo de la Cámara de Comercio de Bilbao y ahora presidenta de la Federación Vizcaína de Empresas del Metal. Experiencia no le falta, pero ¿tiempo?, ¿cómo lo hace?
No te voy a decir que me sobra tiempo, tengo una agenda complicada, pero, sin lugar a duda, la clave está en el equipo. Cuento con un equipo de profesionales totalmente cohesionado y motivado, y que tiene los objetivos claros, lo que me facilita mucho mi trabajo
Ha concertado mucha atención por ser la primera mujer en 127 años de historia en presidir FVEM. ¿Cómo lo lleva?, ¿qué sensación le deja que estas cosas tengan que ser noticia?
Soy consciente de que soy la primera mujer en presidir FVEM y de que este hecho ha sido noticia, pero la realidad es que no me hace distinta a mis predecesores. Mis retos son idénticos a los que tuvieron ellos mirados desde el contexto actual. Estoy convencida de que mi labor será juzgada por mis logros y no por mi género.
Su predecesor en el cargo, José Luis López Gil, era un defensor de incrementar la presencia de la mujer en el sector. ¿Cómo y por qué se decidió a presentarse a para hacerse con la presidencia?
Sin lugar a duda, incrementar la presencia de mujeres en el sector es un objetivo de FVEM y se entiende bien si, junto a la realidad de que su presencia es baja, en torno al 15%, le unimos los problemas que tenemos para atraer el talento. Por lo tanto, no podemos prescindir del 50% de la población. Necesitamos buenos profesionales ya sean hombres o mujeres, jóvenes o no tan jóvenes. Tenemos que seguir haciendo atractivo nuestro sector para todos.
Jose Luis López Gil ha sido un gran defensor de incrementar la presencia de la mujer en las empresas del metal y durante su mandato ha quedado patente el trabajo que ha realizado para lograrlo. Esto sin duda, me animó a presentar mi candidatura a presidenta, había que coger el testigo que Jose Luis nos estaba dando a las mujeres.
Con la crisis actual, las inversiones en innovación se mantendrán o disminuirán, pero las empresas están apostando por potenciar estos procesos
¿Cree que generar referentes es una buena manera de normalizar la presencia de mujeres en sectores masculinizados como el del metal o hay que acompañarlo de otras estrategias?
Tenemos que normalizar y dar visibilidad a las mujeres del sector, al tipo de trabajo que desarrollan, que se conozca y se vea que no es un sector sólo de hombres. Y a la vez tenemos que trabajar en mostrar los atractivos del sector: que es un sector puntero en tecnología e innovación, con organizaciones modernas, que apuestan por la sostenibilidad y fomentan el desarrollo de carreras profesionales entre sus trabajadores.
He leído varias entrevistas suyas en las que defiende la importancia de tener mujeres en las directivas porque aportan más inteligencia emocional, pero además hacía hincapié en que no era una cuestión de género, que la diversidad aporta….
Es una realidad que cuando los equipos directivos de las empresas están equilibrados, no solo en genero sino también culturalmente, cuentan con una visión más amplia y un mayor número de habilidades para la toma de decisiones. Hoy en día es algo que pocas veces se cuestiona, otra cosa es el camino que nos queda por recorrer para conseguir este equilibrio en la práctica.
¿Cuál va a ser la hoja de ruta de su mandato?
En nuestra hoja de ruta está ayudar a nuestros asociados impulsando la innovación, digitalización y sostenibilidad de las empresas, así como ser generador de sinergias y conexiones entre las empresas, instituciones y agentes de la cadena de valor.
También vamos a focalizarnos en potenciar la imagen atractiva y de aportación de valor del sector. Uno de nuestros objetivos, tal y como hemos venido hablando a lo largo de la entrevista es el de generar y atraer talento al sector, fomentando la diversidad
No llega al mandato en las mejores circunstancias, ¿cómo están viviendo la situación actual?
Efectivamente, estamos viviendo una situación complicada, no sólo las empresas, sino toda la sociedad. Una crisis sanitaria sin precedentes y que nos ha pillado a todos de sorpresa. Pero hay que diferenciar las cosas que están en nuestras manos de las que no. Analicemos la situación en la que nos encontramos, reflexionemos sobre los retos y las oportunidades que tenemos delante de nosotros y trabajemos en el futuro, es lo único que está en nuestras manos
¿Con este panorama cuáles son las expectativas del sector? ¿Qué futuro vislumbra?
El metal recoge distintos subsectores con distintas realidades y expectativas, por lo que no se puede generalizar. No es lo mismo cómo ha afectado al sector aeronáutico, que su recuperación se espera a medio plazo, que al sector energético que tiene unas buenas perspectivas.
Pero en líneas generales, sabemos con el muestreo que estamos actualmente haciendo y que está pendiente de cerrar, que la actividad del último semestre del año 2020 para un 38% de las empresas está por debajo de las expectativas que tenían en el mes de junio, probablemente por el efecto de la segunda ola. Que en un 40%, la cartera de pedidos es débil y que un 35% de las empresas prevén resultados negativos.
No obstante, con lo que se refiere al 2021, como consecuencia del inicio de la vacunación masiva y la llegada de impulsos económicos de Europa para la reconstrucción, las previsiones son moderadamente más optimistas, lo que hace que las expectativas de más de la mitad de las empresas sean la de la recuperación de la actividad entre los 6 y 12 próximos meses. Sin lugar a duda, debemos de ser cautos ante la situación, pero optimistas
Tenemos que normalizar y dar visibilidad a las mujeres del sector, al tipo de trabajo que desarrollan, que se conozca y se vea que no es un sector sólo de hombres
Son varias las voces que hablan de que el mercado se pueda reactivar en junio…. La cuestión es ¿y hasta entonces qué?
Necesitamos mantener las herramientas que desde las distintas administraciones se están facilitando. Las más demandadas por las empresas son la flexibilidad laboral interna, así como los Ertes, seguidas de ajustes salariales, ayudas a la digitalización, las moratorias o reducciones fiscales, y más avales o préstamos para liquidez. Desde FVEM estamos haciendo todo lo posible por transmitir a las instituciones la situación por la que pasan nuestras empresas, por ayudarlas y facilitarles su permanencia en el mercado.
FVEM está formada en su mayoría por pequeñas y medianas empresas que son las más golpeadas por la crisis… Haber tenido otra crisis cerca (2008) hace que muchas empresas puedan llegar tocadas ahora y que su futuro sea complicado… ¿Hay miedo a que haya muchas empresas del sector que no puedan continuar?
Muchas de las pymes industriales dependen de grandes empresas tractoras a las que deben mucha parte de su facturación. Esto provoca que cuando una de ellas tiene una caída en sus
pedidos, arrastre a otras consigo, y esto siempre es peligroso. Debemos apostar por la diversificación mercados para podernos mantener, así como replantearnos el tamaño óptimo de las empresas Las empresas que salieron de la crisis del 2008 lo hicieron reforzadas, esperamos que ahora ocurra lo mismo. Estamos en tiempos inciertos y la capacidad de adaptarse es clave para mantenerse.
Todo esto pasará y toca mirar a futuro… La digitalización y la innovación son términos que no dejan de sonar, ¿en que se concretan estos pilares en el metal?, ¿en qué punto están las empresas ahora para afrontar esos retos?
La digitalización está ahí, no hay otra forma de ser sostenibles en el tiempo. Las fábricas modernas, con entornos tecnológicos avanzados, repercuten en un mayor control de calidad y de tiempos, nos aporta mucha información sobre el proceso productivo y facilita la toma de decisiones. La industria ya está en ello, y en mayor o menor medida, se está adaptando. El problema es que la inversión que requiere es importante y las empresas quieren garantías de su rentabilidad. Con la crisis actual, las inversiones en innovación se mantendrán o disminuirán, pero entendemos que las empresas están apostando por potenciar estos procesos.
Desde FVEM tratamos de ir por delante del sector, trabajando en diferentes proyectos para acercar tecnologías propias de la Industria 4.0, como el blockchain o la realidad virtual a nuestras empresas.
Debemos apostar por la diversificación de mercados para podernos mantener, así como replantearnos el tamaño óptimo de las empresas
¿Internacionalización, inversión, sinergias son conceptos a los que agarrarse en este momento?
Trabajamos en lo que los expertos han llamado entornos VUCA, es decir, entornos con volatilidad, incertidumbre, complejidad y ambigüedad. Esto hace que las estrategias a largo plazo sean difíciles de definir. Debemos centrarnos y mirar a corto-medio plazo y tomar las medidas que todos los estudios indican: acelerar la digitalización, abordar la sostenibilidad y transformar las empresas hacia modelos basados en las personas.
Se habla mucho de captar el talento ¿cuáles son las competencias que demanda el sector? ¿La educación está adaptada a esos requerimientos?
Actualmente estamos trabajando con la Diputación Foral de Bizkaia en un programa de recolocación de personas desempleadas y hemos podido optimizar nuestro Portal de Empleo incluyendo ofertas de trabajo de nuestras empresas. La heterogeneidad de la Industria hace que se soliciten profesionales de todo tipo: desde grados superiores o ingenierías hasta personal de taller, pasando por puestos de estructura como pueden ser los de comercial o administración. Aún así, hay puestos muy específicos que se quedan sin cubrir. Por eso cobra importancia la formación dual, que reduce la brecha entre los profesionales que salen al mercado y los que las empresas necesitan.