Eroski cierra un año 2020 con una mejora sensible en la gestión de su deuda financiera. Sólo con los resultados del primer semestre del año ya ha pagado todo lo comprometido para este ejercicio y, además, está haciendo caja para los pagos del año que viene, de los que, teniendo en cuenta las ventas de sus activos inmobiliarios, podría provisionar ya el 30%. La evolución de las ventas y las nuevas aperturas también han mejorado su cuota de mercado, cuya evolución ha pasado a la tercera posición desde la quinta en que se encontraba el año pasado.

Las circunstancias que la crisis del coronavirus ha generado sobre la economía no han sido perjudiciales en todos los sectores. La alimentación ha sabido adaptarse desde las primeras semanas de marzo para mantener la actividad y, durante este tiempo, ha recibido un importante impulso concentrando gran parte del consumo que no podía a acudir a otros sectores, como la hostelería.  

Se trata de unas circunstancias que han permitido a Eroski empezar a ver el futuro con una nueva luz. En primer lugar, porque solamente con los resultados del primer semestre ha podido afrontar todos los pagos de su deuda previstos para este 2020, que eran de 16 millones de euros, pero también empezar el aprovisionamiento de los pagos del año que viene. Y es que 2021 es un año decisivo porque es un ejercicio en el que la cooperativa debe afrontar la mayor parte del pago de su deuda de un total de 1.355 millones de euros que refinanció en 2019. 

En 2021, el compromiso de Eroski es pagar 347 millones, una cantidad de la que ya ha adelantado con los resultados de los primeros 6 meses de este año 24 millones y a los que podría sumar otros 85 millones obtenidos por las ventas de los 27 inmuebles (45.000 metros cuadrados) que formalizó el mes pasado. Así, con estas cantidades habría reservado ya más de 100 millones, el 30% de los pagos comprometidos para 2021, reduciendo significativamente la cantidad a devolver el próximo ejercicio a 243 millones cuando todavía no ha comenzado el año. En noviembre, la firma vasca vendió 27 inmuebles que tenía en propiedad al fondo WP Carey, 14 en Euskadi, nueve en Baleares, tres en Navarra y uno en Cantabria, en un acuerdo por el que obtuvo 85 millones de euros, pero que le obligará a alquilar esas superficies.

Se trata de un balón de oxígeno para afrontar un ejercicio que se presentaba como un auténtico ´match point´ para la cooperativa de Elorrio. Y es que los pagos de Eroski hasta 2024, cuando se refinanciará de nuevo la deuda, centraban el esfuerzo en 2021 con el pago de 347 millones, mientras que en 2022 y 2023 la cantidad es la asumible cifra de 31 millones de euros.

Beneficio operativo duplicado en el primer semestre del año

Esta operación ha sido posible gracias a los resultados de este ejercicio en el que, en los primeros seis meses, Eroski ha presentado un beneficio operativo de 126 millones de euros, el doble de los 65 millones obtenidos en 2019. De estas cantidades y de otras medidas, como la no distribuir intereses a las aportaciones sociales o efectuar pagos a los socios, es a donde la cooperativa ha recurrido.

Tercera posición en el ránking de evolución en la cuota de mercado

Esta evolución de las ventas ha fortalecido también la posición de los supermercados del grupo Eroski, Así, en el análisis de la evolución de su cota de mercado, hace un año ocupaba la quinta posición entre las principales marcas que operan en España. En cambio, en septiembre pasado, según los datos de Kantar, su evolución en la cuota de distribución se ubica en la tercera posición. Eroski es el segundo operador de distribución en el Norte, en las regiones de Galicia, Asturias, Cantabria, País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón, Cataluña y baleares. Su red comercial actual alcanza los 1.645 establecimientos y eroskicuenta con más de 32.000 socios cooperativistas, trabajdores y franquiciados

 

Con estas perspectivas, la cooperativa de Elorrio ha asegurado a ´Crónica Vasca´ que todavía se refuerza mucho más su decisión de no vender ninguna de sus filiales, como Caprabo, Forum Sport o sus tiendas de Mallorca. La línea, sobre la que crecen las posibilidades es incorporar a socios a esas sociedades obteniendo unos ingresos que seguir destinando a la amortización de la deuda.