El sector empresarial de la aeronáutica, las instituciones y el entorno de ITP ven con preocupación la llegada de Carlyle, CVC, Towerbrook-Onex y KKR, los cuatro fondos de inversión que pujarán para hacerse con la compañía vasca que Rolls Royce quiere vender. El interés de la alemana, MTU Aero Engines, en cambio, ofrece más tranquilidad por ser una empresa del sector con liderazgo en innovación y con proyectos compartidos con ITP. De entrada, la opción germana ofrece más garantías para el desarrollo de la compañía vasca, continuidad con sus proyectos y más estabilidad.
Fuentes del departamento de Desarrollo Económico del Gobierno vasco, ya aventuraban un “arranque del año intenso” para ITP y, desde industria, siguen también “con detenimiento la evolución del sector aeronáutico”, especialmente castigado por la crisis. La impresión inicial es que una empresa será mejor propietario y la marca alemana suena mejor. Lo mismo ocurre con el sector, las empresas y proveedores también observan más conveniente la llegada de un “actor referente en la aeronáutica europea”.
La cuestión es que la capacidad de liquidez para presentar una oferta económica más fuerte que tienen los fondos de inversión es un factor que les posiciona mejor en la puja. Desde Rolls Royce, no confirman los parámetros que valorarán sobre las ofertas presentadas y si el proyecto empresarial aportará importancia más allá de la oferta económica. Su mensaje se reduce a confirmar que en 2021 procederán a la venta de la empresa vasca.
Desde MTU, los alemanes han confirmado a ´Crónica Vasca´ que “esperan que el proceso de venta comience en los próximos meses” y, mientras tanto “observan la situación de ITP”, al que consideran un “actor competente del negocio de motores de aviones y un socio a largo plazo en el negocio militar, ahora también en el proyecto FCAS/NEFE, que resulta vital para el futuro de Europa”. En cuanto a su oferta, prefieren no concretar nada. Precisamente ayer, el portal económico Bloomberg reflejaba los movimientos de MTU para hacerse con ITP.
Fuentes de ITP señalan que el proceso se irá desarrollando a lo largo del año y recuerdan, como referencia que la adquisición por parte de Rolls Royce se desarrolló a lo largo de un año.
Los trabajadores siguen el proceso con escepticismo
Fuentes de la representación de los trabajadores, en parte, también se inclinan por una empresa con la que se comparten proyectos y conocimientos. De entrada, aporta más garantías, pero desde ELA advierten de que, “el hecho de que sea una empresa del sector, no garantiza nada”. Por ello exigen, además del quién, “ver qué proyectos, qué tiempo de desarrollo y qué empleo van a generar”. En este sentido, recuerdan que “no tenemos dudas de que Rolls Royce no evaluará nada más que la oferta económica”.
MTU, socio de ITP en diferentes proyectos
MTU Aero Engines, es una compañía que mantiene una relación estrecha con Rolls Royce, la propietaria de ITP, en varios proyectos. Esta cercanía con la marca británica que atraviesa momentos difíciles, y por eso quiere vender ITP, podría haber facilitado la operación. Y es que Rolls Royce y MTU Aero Engines mantienen proyectos conjuntos como el Turbomeca. Una alianza entre la empresa de origen inglés, la alemana y la francesa original que lleva su nombre, Turbomeca. El desarrollo de sus trabajos se ha centrado en el desarrollo del helicóptero militar `Eurocopter Tiger´.
Necesidad de liquidez de Rolls Royce
Además, desde ITP también comparten varias líneas de trabajo en colaboración con MTU, por lo que el grado de conocimiento y sintonía entre ambas empresas es importante. Precisamente, esos proyectos se centran en materias estratégicas de I+D centradas en mejorar el rendimiento de materiales y motores en aras a los objetivos de sostenibilidad marcados por Europa y que recibirán una importante línea de financiación en los próximos años.
El director de finanzas de Rolls-Royce, Stephen Daintith, señaló en diciembre que en 2021 su empresa comenzará la venta de activos para lograr 2.600 millones de euros en la primera mitad de año con los que paliar su complicada situación. En esos planes se encuentra la venta de ITP aero. Y es que Rolls Royce ha pasado un durísimo 2020 acumulando unas pérdidas de 5.400 millones de libras (5.900 millones de euros) por el parón que ha sufrido el sector debido al coronavirus y por su situación financiera. Además, ha tenido que acometer 9.000 despidos y ver una depreciación de sus acciones cotizadas de más del 60%.
ITP es, en cierto modo, una joya, dado que a pesar de la crisis que atraviesa, cerró el primer semestre con un resultado neto de apenas 9 millones y bajó su facturación un 24%, consiguió unos ingresos de 240 millones de euros. Antes de la crisis del coronavirus, en contactos con Indra, la aeronáutica vasca llegó a valorarse en unos 1.500 millones.