El Banco Santander registró unas pérdidas de 8.771 millones de euros en 2020, tras aumentar las dotaciones por la crisis del covid-19 y asumir un deterioro de 12.600 millones en el valor de sus filiales en Reino Unido, Estados Unidos y Polonia. Son las primeras pérdidas de su historia: en 2019 ganó 6.515 millones.



Según la información remitida este miércoles al supervisor del mercado español, la CNMV, excluyendo esos ajustes contables, el beneficio ordinario anual se situó en 5.081 millones de euros, un 38 % menos. La solvencia, medida por el ratio de capital de máxima calidad CET1, subió hasta el 12,34 %, por encima del rango objetivo del 11-12%. En el cuarto trimestre estanco el beneficio ordinario fue de 1.423 millones de euros. Un 16 % menos que en el trimestre anterior, debido a que la mejora de los ingresos se vio contrarrestada por la contribución al fondo de garantía de depósitos en España y el impuesto bancario en Reino Unido, además de por las mayores provisiones.

En este marco, Santander planea cerrar 221 oficinas españolas solo en los meses de febrero y marzo. Tres de ellas estarán en Euskadi. Será solo la primera oleada de un total de 1.033 sucursales clausuradas para antes de agosto. La previsión es que en el País Vasco terminen cerrando 44 de las 122 que maneja la entidad. Además, la plantilla se reducirá en 3.572 empleos a nivel nacional, aunque para Euskadi todavía no se han concretado cifras definitivas. La plantilla vasca la forman unas 750 personas.

Los préstamos y anticipos a la clientela se redujeron un 2,8 % en comparación interanual y quedaron en 916.199 millones de euros, con una morosidad del 3,21 % mejor que el 3,32 % de 2019; en tanto que los depósitos de los clientes crecieron un 3 % y sumaron 849.310 millones.

La entidad facilitó moratorias para hipotecas y otros préstamos por valor de 112.000 millones de euros, en torno al 12 % de la cartera. Al final de 2020, el 79 % de esas moratorias (89.000 millones de euros) habían expirado, con solo un 3% en fase 3, es decir, dudoso, explica el banco.



Por áreas geográficas, la entidad logró un beneficio ordinario de 2.656 millones de euros en Europa. Un 45 % menos, afectado por las provisiones excepcionales registradas, aunque los ingresos comerciales mostraron resiliencia en un entorno de menor actividad, según el banco.



En España el beneficio fue de 517 millones de euros. Un 67 % menos por las mayores dotaciones, parcialmente compensadas por menores costes y con un volumen de 30.800 millones en préstamos con garantía ICO. En Santander Consumer Finance (SCF), el área dedicada a financiar bienes de consumo, el beneficio ordinario bajó un 16%. Un descenso de hasta 1.085 millones de euros, muy condicionado por la crisis del covid-19, aunque se notó una recuperación en la segunda mitad del año.



En cuanto a los principales márgenes de la cuenta de resultados del Grupo, el de intereses -que recoge la mayor parte de los ingresos- se redujo un 9,3 % interanual, hasta 31.994 millones, en tanto que el margen bruto bajó un 10,1 %, hasta 44.279 millones, y el neto cayó un 10,8 %, a 23.149 millones.



La ratio de eficiencia del Santander se mantuvo en el 47 %, en tanto que la rentabilidad sobre el capital tangible (ROTE) se situó en el 1,95 %, tras todos los ajustes mencionados, aunque el ROTE ordinario fue del 7,44 % y el banco mantiene su objetivo de alcanzar un ROTE del 13-15 % a medio plazo.