URSSA, empresa vasca de construcciones metálicas con sede en Hernani, continúa su lucha por la supervivencia tras varios años de dificultades que le han llevado a situación de insolvencia en más de una ocasión

La compañía asociada a la Corporación Mondragón, que solicitaba el día 4 de enero el concurso de acreedores como vía para poder salvar su existencia, lograba salir a flote hace un año gracias a la refinanciación de su deuda, pero la crisis causada por el coronavirus le ha impedido remontar y cumplir lo pactado con los bancos.

Todavía en fase común, por la que se determina la masa activa y pasiva del concurso, URSSA trabaja en un plan de viabilidad por el que llegar a un acuerdo con los acreedores que le permita recuperar la confianza de clientes y rescatar las ventas.

"La pandemia ha echado por tierra determinados pedidos, tanto a nivel nacional como internacional", explica su director gerente, Santiago Garayo, quién hace alusión a la crisis que viene afectando a la construcción desde hace tiempo y agrava ahora la derivada del covid-19.

En este sentido, Garayo señala dos pilares fundamentales para la recuperación de la cooperativa. Por un lado, la evolución del mercado y la mejora de la situación sanitaria. Por otro,  con acreedores que les permitan reestructurar la deuda y evitar así la quiebra y el consecuente cierre de la compañía. 

Reubicación de la plantilla

A través de los mecanismos de la cooperativa, URSSA se encuentra reubicando a parte de la plantilla apoyándose en el compromiso del grupo de ofrecer puestos de trabajo a los socios que se descuelgan de otras sociedades del conglomerado. 

Para tal reestructuración, la Corporación Mondragón cuenta con su propio sistema de cobertura gestionado por Lagun Aro. En caso de recolocación en otras cooperativas, los complementos cubren la diferencia de salario, y en caso de paro, garantiza un año de salario a una parte de la plantilla de la cooperativa y dos si es la totalidad de los trabajadores la que se ve afectada, como fue el caso de Fagor Electrodomésticos en el año 2013. 

En esta línea, las empresas del grupo destinan cada año una parte de sus beneficios a dotar los fondos con los que se financian este tipo de prestaciones, además de a nuevas inversiones o servicios corporativos.