Mercedes prolonga, al menos, tres años más la producción de la actual clase V, conocida como el modelo VS20. La decisión, como ya informó Crónica Vasca viene provocada por la apuesta por un vehículo totalmente eléctrico y retrasa, por lo tanto, la puesta en marcha del nuevo modelo, la VS21, la cuarta generación de la `Vito` que estaba previsto comenzar a construirse en 2024. La compañía alemana ha comenzado ha trasladar a sus proveedores que se prolonga el modelo actual, la VS20, por tres años más, hasta 2027.
La actual clase V, uno de los vehículos más rentables de Mercedes, alarga así su vida en la planta de fabricación que Daimler tiene en Euskadi. Este modelo comenzó a construirse en la capital vasca en 2014 y, aunque tuviera previsto desarrollarse hasta 2024, se mantendrá en la cadena de montaje hasta el 2027.
Los planes de la nueva VS21 eran que viera la luz en 2024 y sus preparativos ya habían exigido diferentes inversiones e incluso pruebas en el ensamblaje de piezas. Y es que el modelo actual generó una inversión en la planta de cerca de 190 millones de euros y una serie de acuerdos con la plantilla para lograr la adjudicación de pedidos en la planta vasca.
La idea de la multinacional alemana es tratar de aprovechar esa parte de la inversión y reconducir las futuras para dar cabida a la producción de una nueva furgoneta 100% eléctrica, diseñada con ese objetivo y con una nueva plataforma que no obligue a compatibilizar su chasis con motores de combustión. Es un movimiento que requerirá un esfuerzo importante para adaptar en un tiempo récord la planta de Vitoria para que pueda seguir produciendo el modelo VS20 y uno totalmente eléctrico. Es, en ese objetivo, en el que se encuadran las comunicaciones con los proveedores que actualmente se están manteniendo.
La planta de Vitoria en la vanguardia de la marca alemana
El movimiento serviría para seguir posicionando a la planta de Vitoria como una de las mejor preparadas de Mercedes para la construcción de sus vehículos más innovadores. De hecho la factoría vasca es la segunda más importante de la marca alemana para la fabricación de furgonetas en el mundo. El caso es que ahora debe afrontar el desafío para poder ampliar la gama de modelos de Vito y Clase V actual, junto al nuevo eléctrico, porque cada uno tiene diferentes variantes de longitud y tracción, con motores diferentes, y con numerosas variantes de equipamiento.
Con este nuevo vehículo eléctrico Mercedes trataría de ganar liderazgo frente a otras apuestas de marcas como Ford o el Grupo PSA (Peugeot, Citroën, DS Automobiles, Opel y Vauxhall). Hasta el momento, el modelo eléctrico de la furgoneta Mercedes, el EQV, que se monta sobre la actual clase V en su versión VS20, utiliza la plataforma diseñada para el motor de combustión para montar el motor eléctrico, con los problemas de eficiencia que ello comporta.
El pasado mes de octubre, el nuevo presidente del consejo de dirección de Daimler, Ola Källenius, ya anunció el “compromiso con la electrificación total de nuestra gama de productos” que llevaría a “añadir en 2025 varios modelos en diferentes gamas y plenamente eléctricos a partir de una nueva plataforma”.
Anuncio de inversiones y tensión en el inicio de la negociación del convenio
Son movimientos que coinciden con el inicio de las negociaciones entre la dirección de la planta y los sindicatos para renovar el convenio. La empresa ha trasladado a los trabajadores la necesidad de afrontar importantes inversiones que pasan por adecuar la planta a la normativa europea de sostenibilidad y para prepararla para los retos del futuro.
En ese marco, su propuesta de congelar salarios y eliminar pluses, para facilitar las inversiones ha generado una aireada reacción de los representantes de los trabajadores que acusan a la dirección de realizar “recortes” en un escenario que, en cambio, eleva la fabricación este año a 140.000 unidades y mientras se plantean ampliar los días de producción.
El objetivo es sacar al mercado ese vehículo eléctrico entre 2024 y 2025 y representaría la apuesta de Mercedes para ganar liderazgo frente a otras apuestas de marcas como Ford o el Grupo PSA (Peugeot, Citroën, DS Automobiles, Opel y Vauxhall). Hasta el momento, el modelo eléctrico de la furgoneta Mercedes, el EQV, que se monta sobre la actual clase V en su versión VS20, utiliza la plataforma diseñada para el motor de combustión para montar el motor eléctrico, con los problemas de eficiencia que ello comporta. Una apuesta que también vendría impulsada por los cambios en el mercado de la automoción y al que afectan los costes fiscales para los fabricantes de vehículos con motores con emisiones de CO2 y también las políticas de la Comisión Europea, a través de sus fondos, para relanzar la automoción eléctrica.