El sector turístico de Euskadi se dirige hacia su segunda Semana Santa poco fructífera. La del año pasado ya estuvo totalmente anulada por coincidir con el confinamiento de la primera ola, y la de 2021 se mantiene en un periodo de incertidumbre total. Los hoteles y casas rurales de Euskadi manejan aproximadamente un 20% de ocupación, que podría aumentar o descender en función de las restricciones sanitarias. En cualquier caso, el sector no es demasiado optimista de cara a las fechas de pascua.

"Tenemos algo de movimiento, las reservas van y vienen. Pensamos que la ocupación estará entre el 20 y el 40%, depende de las restricciones y de cuántos hoteles estén abiertos", afirma Álvaro Díaz Munio, presidente de la asociación hotelera Destino Bilbao. En la capital vizcaína están cerrados el 48% de los hoteles. Cuantos más abran de cara a Semana Santa mayor será la oferta para posibles turistas, y por lo tanto bajará la ocupación media aunque viniesen más.

En una línea similar está el sector agroturista: sin movilidad entre provincias y comunidades autónomas la actividad del sector también queda anulada. Nekatur es la asociación que engloba al 75% de estos establecimientos vascos y su gerente, Idoia Ezkurdia, asegura que la ocupación media de estas ronda el 15% de cara a las fechas festivas que empiezan el 28 de marzo. "Arrastramos pérdidas del 80% desde el año pasado, y vemos muy incierta esta Semana Santa como para recuperarnos", añade.

Sin embargo, hay agroturismos que ya tienen la mayoría de sus habitaciones reservadas, o han colgado el cartel de "Completo". Es el caso de Aitxitxen Etxea, dos casas rurales situadas en Carranza (Bizkaia) que tienen todas sus habitaciones reservadas. Eso sí, las han adjudicado a familias vizcaínas, por lo que podrían librarse (en principio) de cancelaciones por cierres perimetrales. En Agroturismo Maddiola también han tenido una alta demanda, con su casa rural de San Sebastián y sus apartamentos de Orio casi completos. Aunque aquí sí que dependen de las restricciones de movilidad: la mayoría de sus clientes han reservado desde Madrid y Cataluña, dos de los sitios predilectos de Euskadi a la hora de recibir turistas. 

Esto provoca que el sector turista trabaje bajo una completa incertidumbre: debido a la pandemia es posible reservar en hoteles, apartamentos y casas rurales sin coste ninguno de cancelación. Por lo tanto los resposables de estos negocios desconocen si finalmente recibirán clientes o no. "No sabemos si vamos a trabajar, porque los clientes pueden cancelar su reserva incluso el último día. Hay casos de algunos que reservan en varias casas por si encuentran un precio mejor o alguna de estas cierra", asegura Ramón Oliden. El propietario de la casa rural Jesuskoa (ganador del premio Ruralka al mejor hotelero) sí que maneja cifras de ocupación más bajas para Semana Santa, en torno al 20%. Sus posibles clientes vendrán desde Madrid, Barcelona y Navarra.

¿Abrirán las comunidades autónomas en Semana Santa?

Todavía queda un mes para la semana de pascua, y el escenario sanitario podría cambiar mucho en este periodo. Por esa razón ningún agente del sector se atreve a aventurar demasiado sus expectativas en dichas fechas. La postura del Gobierno vasco no es demasiado optimista en este sentido: a principios de febrero Urkullu advirtió de que veía "muy difícil" la movilidad entre comunidades autónomas. Por contra, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, se mostraba más optimista de cara a la movilidad, mientras que Fernando Simón recomendaba tener máximo 150 casos de incidencia para abrir fronteras. Euskadi está ahora mismo en algo más del doble, con 307 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días, aunque la última palabra la tendrá el Gobierno vasco, sean cuales sean las cifras.