La dificil situación que atraviesa Tubacex es algo que la propia empresa trasladaba a las instituciones vascas a finales de 2020. Su consejero delegado, Jesús Esmorís, remitió una carta a diferentes representantes institucionales vascos, entre ellos la consejera vasca de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, en la que comunicaba su intención de aplicar "todas las medidas de ajuste necesarias" para "salvaguardar el futuro" de sus plantas alavesas TTI (Amurrio) y Aceralava (Llodio) ante las "perdidas insostenibles", que en aquel momento cifraba en 18 millones de euros. Ahora ya se conoce que esa cifra es superior y alcanza los 25 millones. El fabricante de tubos ya advertía a final de año de que las previsiones del grupo multinacional para los próximos dos años son "muy pesimistas".
Esta mala situación se ha traducido finalmente en el despido de 150 trabajadores de su plantilla en las plantas de Llodio y Amurrio, lo que supone el despido de casi el 20% de la plantilla de 800 empleados. La compañía comunicaba al comité de empresa que los problemas que vive el sector del petróleo y el gas se hacen estructurales y que no cabe más solución para la supervivencia de la fábrica. Además, para el resto de la plantilla la compañía ha anunciado también que aplicará un ERTE. A lo largo de esta semana, los trabajadores de dichas fábricas se han manifestado contra estos despidos con el resultado de tres detenidos y 13 ertzainas heridos.
El Gobierno vasco mediará en el conflicto
La consejera Arantxa Tapia, ha instado a la dirección y los trabajadores de Tubacex a que se sienten a negociar de forma "civilizada" en aras a acordar "hacer un esfuerzo ahora" que sea revertido cuando la empresa vuelva a "una situación de bonanza". Estas palabras llegan horas después de que se conociera el ofrecimiento del Gobierno vasco a mediar en este conflicto para evitar el despido de los 150 empleados.
Esa negociación "tiene que ser posible" porque un año después de la llegada de la pandemia, se percibe que las consecuencias en la actividad de las empresas se van a mantener y "todos debemos hacer un esfuerzo" en un momento "tan difícil" pero después, ha advertido, "cuando llegue la situación de bonanza, deben de compartir con los trabajadores" esa situación.
En ese sentido, ha exigido a la dirección de Tubacex "transparencia" con los representantes legales de los trabajadores y "un compromiso al exigir ahora un esfuerzo a los trabajadores, pero que, dentro de unos años", esa situación pueda "ser revertida de una u otra forma" y se llegue a una relación entre ambas partes que sea diferente "basada en ese trabajo conjunto, que haga a todos sentirse comprometidos con esa empresa".
Respecto a la reclamación de los sindicatos de un mayor control a las empresas que recibieron ayudas públicas, Tapia ha aclarado que en la subvenciones de I+D se exige a las empresas "desarrollar el proyecto para el que han solicitado financiación", pero el resto de la mayoría de las ayudas a empresas "están asociadas a generación o mantenimiento del empleo", por lo que "si esos compromisos no se cumplen, se exige la devolución" de las cantidades recibidas.