Tubacex despedirá finalmente a 95 trabajadores de las plantas alavesas de Llodio y Amurrio, frente a los 150 previstos inicialmente en el ERE, después de que 22 empleados se hayan acogido a salidas voluntarias incentivadas y otros 12 se hayan prejubilado, ha informado la compañía. La semana pasada concluyó sin éxito el período de consultas y los plazos legales de negociación entre dirección y comité de empresa para intentar llegar a un acuerdo sobre el futuro de estas plantas en las que hasta ahora trabajaban alrededor de 800 personas.



En un principio la dirección de Tubacex planteó un ERE con 150 despidos, aunque posteriormente redujo la cifra a 136 y después a 124. Finalmente los trabajadores despedidos serán 95 mientras que al resto de la plantilla se les aplicará un ERTE. La empresa justificaba los despidos en la necesidad de reducir en un 20 % el coste de personal, el equivalente a 500 puestos de trabajo en todas las plantas del grupo, de los cuales 150 correspondían a las plantas vascas. Todo ello debido a "problemas estructurales por la crisis del principal sector al que van destinados sus productos: petróleo y gas", lo que provocó "una caída de la cartera de pedidos".



Los sindicatos reconocían que Tubacex atraviesa problemas económicos, pero consideran que estos son coyunturales, por lo que defendían la adopción de medidas temporales en lugar de despidos