En los últimos días se suceden los movimientos en el IMQ. La entidad vive una encrucijada en la que sus accionistas mantienen posiciones enfrentadas entre una operación de venta de acciones que reforzaría la presencia de Adeslas en la compañía u otra fórmula para mantener la mayoría societaria en manos de los médicos accionistas. Un debate que deja a los gestores de la entidad, bajo la figura de la Sociedad de Médicos, en una compleja situación que despierta los recelos de Ademi, la agrupación que aglutina a los partidarios de mantener el control de la entidad y que reclama una reunión pendiente dentro del ciclo de encuentros mantenidos con las partes. A estos recelos se han añadido también los sindicatos ELA y CCOO. Los representantes de los trabajadores han remitido una dura misiva a la directora del IMQ, Beatriz Astigarraga, reclamando que rompa un "silencio que no contribuye a generar un clima de confianza". Los sindicatos han convocado una serie de paros, que arrancan hoy, para pedir "un compromiso claro para el mantenimiento del empleo y las condiciones laborales" que ven amenazadas con una eventual mayoría en la entidad en manos de Adeslas. 

Desde la entidad señalan que se reunieron en Noviembre con el comité de empresa para informarles de la situación y de que el mantenimiento del empleo es una de las premisas básicas  de cualquier operación.

La dirección del IMQ analiza una operación con Adeslas que, según aseguran portavoces de la entidad, busca "asegurar el modelo y darle continuidad" para lo que se exploran posibilidades que concretar en una propuesta en la próxima Asamblea de Accionistas prevista para mayo. Se trata de un movimiento del que el propio Consejo de Médicos informó a los accionistas en una circular esta misma semana. Ademi es contrario a explorar en exclusiva la vía de Adeslas y defiende la viabilidad de una operación de compra de acciones con los recursos de la propia entidad del IMQ. Un planteamiento para el que ha comenzado una serie de reuniones que le permitan ganar adeptos. Como señalan, "nuestra intención es ofrecerles a aquellos médicos que quieren vender la opción de que seamos nosotros los que lo hagamos a un precio razonable". 

El Consejo queda atrapado, por lo tanto, en esa tensión entre Ademi, pero también por la Plataforma de Accionistas del Igualatorio (PAI) que reclaman su derecho a vender las acciones a un precio ajustado al mercado. La PAI propició precisamente el cese de la anterior dirección del IMQ, personificada en Pedro Ensunza, a la que acusaron de limitar el derecho de venta y ocultar el valor real de las acciones.

La vista judicial del 13 de abril que analiza el comportamiento de la actual dirección condiciona aún más la situación y el margen de maniobra de la Sociedad de Médicos que busca una salida que sea respaldada por la Asamblea de Accionistas y que "garantice el modelo y el arraigo del IMQ". 

La entrada de Adeslas, como señala la dirección del IMQ, como socio estratégico en el año 2004 permitió superar una etapa delicada para la entidad y que h permitido avanzar en una senda de estabilidad y crecimiento. Además, advierten que el empleo se defiende con un reforzamiento del proyecto IMQ a largo plazo mediante una capitalización sólida, y se pone en riesgo si se apuesta por descapitalizar la entidad y debilitarla con actuaciones cortoplacistas.