La dirección de CaixaBank ha anunciado que, tras la integración de Bankia, pretende recortar su plantilla en 8.291 personas, lo que supone un 18,67% del total de empleados del banco en España, y cerrar 1.534 oficinas en el país, el 27,2% de la red, es decir, una de cada cuatro. Se trata de uno de los mayores ERE de la historia del sector financiero español. Del total de despidos, 69 serán de sus oficinas de Euskadi.
Estas 69 salidas suponen el 7,14% de los 966 empleados actuales de La Caixa en Euskadi, por lo que el País Vasco no será una de las comunidades más afectadas. Por provincias, 24 trabajadores corresponden a la plantilla de Álava, 23 a Bizkaia y 22 a Gipuzkoa.
Tras la fusión con Bankia, CaixaBank cuenta actualmente en España con 44.400 empleados, sin contar personal de las filiales, que no están afectadas por el ajuste, y dispone de 5.639 oficinas en España. La cifra comunicada ha sido más contundente de la esperado por los sindicatos, que creían que el ajuste podía situarse entre los 7.000 y 8.000 afectados, y finalmente ha superado la barrera de los 8.000. El banco ha avanzado a los sindicatos su compromiso de poner en marcha un plan de recolocación que permita encontrar trabajo en un breve periodo de tiempo a todas las personas que salgan del banco.
La justificación a esa decisión, que llevará aparejado el cierre de 1.534 sucursales en España de un total de 5.639,alega causas productivas y organizativas derivadas, principalmente, de la fusión entre CaixaBank y Bankia. A esto le suman la realidad del mercado, tanto por la persistencia de tipos de interés negativos como del avance de la digitalización de los clientes.
La entidad ha explicado a los representantes de los trabajadores que tratará de que las salidas se basen en la voluntariedad y que, en caso de que no sea posible conseguir el objetivo mediante esta fórmula, se realizarán por criterios de meritocracia, con el reto de que se mantenga el mayor talento posible en el banco, independientemente de la edad.
La entidad, presidida por José Ignacio Goirigolzarri y cuyo consejero delegado es Gonzalo Gortázar, suma 623.800 millones de euros en activos totales en España, lo que la convierte en el banco de mayor dimensión del mercado doméstico.