El modelo económico de "extraer, producir, desperdiciar" está a punto de llegar al límite de su capacidad física. La economía circular ha calado con fuerza en la realidad empresarial que pasa ahora por el "reciclar, reparar, reutilizar". Bajo esa premisa arrancaba la gipuzkoana Motorlan mucho antes de que la tendencia empezara a asomarse en el panorama internacional. Hace 30 años que la planta industrial integrada en la manufaturera Fagor Automation cubre el servicio integral de reparación de motores industriales que ponen a punto para su posterior venta o devolución. 

"Somos una actividad de negocio con marca propia porque damos un servicio muy particular dentro de la empresa", explica Mikel Serrano, técnico comercial de esta unidad, "nos dedicamos a la reparación y mantenimiento de motores multimarca, podemos reparar cualquier tipo de motor y es nuestro punto diferencial", afirma. Sin gozar de popularidad en sus inicios al tratarse de una actividad menor y de poco prestigio, la transición hacia la nueva economía en la carrera por ser climáticamente neutrales ha mantenido a la firma en un crecimiento sostenido durante años y así lo vaticina para 2025 en los que espera crecer una cuarta parte. La planta, impulsada por la estrategia RIS3 Euskadi, se ha desarrollado en las últimas tres décadas hasta superar el millón de euros en facturación y una plantilla que ronda entre 16 y 20 personas por su cercanía con la planta de fabricación con la que intercambia personal. 

El arreglo de equipos viejos, muchos de ellos obsoletos no solo tienen un valor económico, sino sostenible, y la reparación de motores eléctricos presenta una ventaja clave para su recuperación, y es que apenas varían a lo largo del tiempo. "Fue la visión que tuvimos en su día, el motor eléctrico puede vivir casi eternamente, con otro tipo de maquinaria no ocurre así", argumenta Serrano, "a diferencia de la electrónica, la eléctrica no presenta tantas novedades". Por otro lado, muchos equipos se han convertido en chatarra porque "no se sabe el valor que tiene o no hay nadie que lo compre", explica, "ahora la consciencia es mayor. Lo que se tira no siempre es basura, puede tener mucho valor". En este sentido, el objetivo de Motorlan pasa por ofrecer a sus clientes todas las opciones posibles, desde reparar o reacondicionar, a la venta de un equipo nuevo o de segunda mano, si bien reparar es la opción más rentable. 

Mirada al motor de coche eléctrico

Aunque el motor industrial es su fortaleza, el auge de los coches eléctricos ha llevado a la compañía a estudiar el nicho de mercado, según señala todavía emergente y, por ende, incierto. "Los motores eléctricos en los coches tienen poco que ver con los motores en la industria, son mucho más específicos", recalca Serrano. "Lo contemplamos muy de cerca porque aunque no responde a un modelo estándar, habrá miles de motores de cada modelo", añade, "en caso de que alguna marca se plantee la contratación para la reparación o mantenimiento de motores nos interesaría, quizá más para flota de camiones o autobuses que de turismos".

Todo depende de que los fabricante liberen la respectiva tecnología. Serrano apunta que el valor de la unidad de negocio es aplicar el conocimiento técnico adquirido a lo largo de los años en la recuperación de los diferentes motores. "Con las reparaciones actuales tenemos que buscarnos la vida para descubrir qué tecnología lleva cada motor y poder repararlo, es un reto y a la vez nuestra ventaja competitiva. En los coches eléctricos va más allá, en la medida en la que la den a conocer podremos atender esas necesidades". 

Líneas estratégicas

Según el planteamiento de la empresa, Motorlan centra su actividad en el sector del automóvil y su industria auxiliar, la máquina herramienta, la siderurgia y el papel. Sus mercados naturales, por su parte, se centran en la península muy centralizados en la zona norte por su cercanía y rentabilidad.  "En parte, es una apuesta por el Km 0, aunque competitivamente podríamos extendernos a otros países, apostamos por otros campos de desarrollo antes que en la internacionalización". 

Una de las principales se sitúa en la Industria 4.0 y la monitorización de los equipos en planta para evitar averías en el área de mantenimiento. Además, su intención es apostar por la estrategia online a través de la plataforma de compra venta de motores eléctricos, "Es una línea de trabajo que funciona bien, cualquier puede subir el motor que ha retirado de su máquina y dejarlo en nuestro depósito para venderlo una vez reparado", concluye.