El plan estratégico de Solarpack contempla una inversión de entre 1.500 y 2.000 millones para dar respuesta a una cartera de posibles desarrollos de instalaciones de hasta 8 GW hasta 2026. Un esfuerzo muy importante si tenemos en cuenta que la compañía con sede en Getxo tiene actualmente en funcionamiento parques solares con una potencia de 500 MW y confía en terminar el año con un 1GW de instalación. El objetivo es duplicar esa capacidad en 2023 para llegar a 2 GW y elevar la potencia instalada hasta los 4GW en 2026. Es la ambiciosa respuesta de la compañía presidida por Ignacio Artázcoz al momento dulce que viven las energías renovables en este momento. Pero requiere también un importante esfuerzo financiero para el que la compañía contempla una ampliación de capital en su Plan Estratégico, aunque sea a medio plazo. Solarpack inició en 2018 la apuesta por la Bolsa para encontrar en los mercados herramientas de financiación y es una de las vías que está ahí para afrontar los gastos del plan de expansión. 

En la última reunión de la Junta de Accionistas el propio Artázcoz reconoció que el plan de expansión iba a requerir "reinvertir toda la caja y no repartir dividendos". Además, el arranque del año se ha visto afectado por una construcción menor que la anunciada debido al aumento de costes en materias primas en algunos de los proyectos en Chile, que también se han visto afectados por retrasos derivados del confinamiento y por los problemas en la distribución logística. Unas afecciones que han reducido a 12,2 millones el ebitda (beneficios antes de impuestos), un 37% menos que el primer trimestre del año pasado. Los ingresos operativos han caído también un 18%, por lo que el beneficio neto ha quedado en 300.000 euros, frente a los 6,5 millones de los meses de enero, febrero y marzo del año pasado

La cotización en bolsa está también ajustando el valor de Solarpack cuya acción alcanzó los 34,50 euros tras el ´raid´de fin de año, pero desde la venta del 12% de las acciones de los principales propietarios el 20 de enero, cuando cotizaban a 27,8 euros, se ha ido estabilizando en 18,50. Muy por encima de los 9 euros con los que salió a los mercados. De todos modos, la compañía vasca sigue siendo un referente en el sector fotovoltaico y todos los analistas siguen señalando su alto potencial en el sector por su conocimiento de la tecnología, su diversitifación geográfica y la importante implicación de sus propietarios principales en la gestión. Fuentes de la compañía explicaron que la venta de un 12% de las acciones de las familias referencia de la empresa, Galíndez, Burgos e Ybarra, tenía que ver con la búsqueda de un mayor circulante de acciones con el que se pudiera jugar en los mercados. La posibilidad de la ampliación de capital es una alternativa que se analiza en Solarpack para afrontar todos los proyectos futuros, aunque fuentes de la compañía la descartan a corto plazo.

Y es que los planes pasan primero por reinvertir su generación de caja operativa y financiarse con deuda aumentando su capacidad de apalancamiento. Además, la explotación de las plantas tomando porcentajes de participación de PPA es también una ayuda. Pero tras todas estas medidas, la financiación en los mercados con una ampliación de capital es una posibilidad que está encima de la mesa. Es una decisión que se adoptará en los márgenes temporales del Plan Estratégico de la compañía y mientras el sector atraviesa una verdadera revolución con las salidas anunciadas de importantes nuevas corporaciones a Bolsa. En este contexto también se esperan movimientos corporativos en el sector, así se ha especulado en los mercados con una operación en la que Iberdrola podría haber entrado en Solarpack durante el pasado mes de marzo.

Las cuentas del pasado 2020 presentaron unos resultados antes de impuestos y financiación (ebitda) de 64 millones de euros, lo que supuso un 177% más que el año anterior. Si bien, el beneficio neto fue de 10,4 millones, un 12% menos que los 11,9 millones de 2019 a los cerca de 4 millones que se destinaron a costes de financiación. En este 2021, la compañía afronta el reto de duplicar su capacidad de generación energética a través de sus parques solares. Su estrategia de no sólo construir, sino explotar las plantas de generación eléctrica tomando porcentajes de participación de PPA le ha permitido afrontar el objetivo de multiplicar por cuatro los 252 MW instalados en 2019 para alcanzar el gigavatio a finales de este año.