La industria vasca está haciendo acopio de acero para intentar contrarrestar el precio al alza de la materia prima con la que se fabrica, la chatarra, y que se da por sentado que seguirá subiendo al menos hasta el verano. Esto está impulsando la producción de las siderúrgicas, que en estos momentos trabajan a pleno rendimiento, con su cartera de pedidos al cien por cien, para satisfacer las necesidades de las empresas que tienen el acero como base de su producción.
El ritmo de fabricación es tal, que es posible que en el mes de junio, es decir, al término del primer semestre, se haya completado el equivalente todo lo que se produjo en 2020, que fueron unos tres millones de toneladas, según señala Asier San Millán, director general de Siderex, el cluster de la siderurgia de Euskadi.
Esto supone una buena noticia para la mayoría de empresas en lo que se refiere a carga de trabajo que, pese a ello, no tiene por qué implicar que vayan a terminar el año con unos resultados mejores al anterior. De hecho, podría suceder que este impulso de la demanda frene en seco, porque "llegará un momento en el que esas empresas que ahora están almacenando acero tengan demasiado en stock y dejen de comprar", indica San Millán.
La culpa, de China
El precio del acero se está viendo encarecido en los últimos tiempos por la subida desorbitada del precio de la chatarra, la materia prima necesaria para su fabricación, y que ha registrado este año el coste más elevado de los últimos 13 ejercicios.
El motivo está esencialmente en China. Este país está pisando fuerte el acelerador de su recuperación económica, realizando para ello fuertes inversiones para promover su crecimiento interno y está comprando para ello toda la chatarra que puede en el mercado mundial para su uso, siguiendo unas prácticas que fuentes del sector califican de "poco éticas".
A la vez, el Gobierno chino está incentivando a las empresas de su país para que no exporten. Esto está derivando en una escasez de chatarra en el mercado mundial, que, siguiendo la ley de la oferta y la demanda provoca un incremento de su precio, con la consecuente subida en el coste del precio del acero.
El mercado da por seguro que la tendencia alcista de los precios durará hasta al menos bien entrado el verano. De ahí que la industria esté intentado adquirir su materia prima cuanto antes y mantenerla en stock, adelantándose que la curva de de los precios de chatarra siga en ascenso.
Una de mayores preocupaciones de las empresas
El coste de las materias primas es, junto al precio de la energía, una de las mayores preocupaciones de las empresas. De hecho, en la última encuesta realizada por la Federación Vizcaína de Empresas del Metal entre sus empresas asociadas, ya son mayoría las colocan como segundo factor de mayor preocupación el coste y los problemas de abastecimiento de las materias primas, solo por detrás de la desazón que causa en los empresarios del Metal vizcaíno la "debilidad de la economía española". Algo que no pasaba desde 2017.