La Juntas Generales de Gipuzkoa han acogido por separado las comparecencias del diputado de Promoción Económica de Gipuzkoa, Jabier Larrañaga, y de la alcaldesa de Azpeitia, Nagore Alkorta, para explicar la situación tras el intento fallido de Corrugados para reabrir sus instalaciones en la localidad guipuzcona. El responsable de la Diputación, del PNV, y la primer edil, de EH Bildu, han mantenido el enconamiento de las acusaciones que ambas formaciones se han venido vertiendo en las últimas semanas tras la propuesta de la empresa para retomar su actividad en la vieja planta que tiene en Azpeitia y que ha divido al pueblo. Para la Diputación guipuzcoana el hecho de que el Ayuntamiento no haya dado las facilidades para retomar la actividad de hierros corrugados en el centro de la localidad, supone una "oportunidad perdida". Por su parte, la alcaldesa de Azpeitia ha insistido en que el plan territorial, aprobado también por el PNV, hacía imposible retomar el uso industrial de la parcela. Aún así, ha insistido en ofrecerse en buscar una solución en otro lugar.
El Ayuntamiento de Azpeitia señala que las expectativas creadas son "falsas"
La alcaldesa de Azpeitia, Nagore Alkorta, ha criticado el "circo mediático" que se ha vivido a lo largo de estos meses en torno al proyecto de reapertura de la planta de Corrugados en la localidad guipuzcoana. No obstante, ha tendido la mano, en nombre del Ayuntamiento, tanto a la Diputación como al Gobierno vasco, para "trabajar y acordar una solución que respete la legalidad vigente".
Alkorta ha comparecido este martes ante la comisión de Promoción Económica, Turismo y Medio Rural de las Juntas Generales de Gipuzkoa para aclarar la gestión realizada en los últimos meses en torno a la planta de Corrugados, tras el anuncio del grupo CL de que no retomará la actividad siderúrgica en la localidad guipuzcoana.
En su intervención, ha señalado que "Azpeitia, la comarca de Urola y Gipuzkoa tienen un lugar para la siderurgia". "Tienen un lugar, no solo porque se aprobó expresamente un plan territorial, sino porque cuatro años después, el Ayuntamiento, con los votos a favor de PNV y EH Bildu, en el plan general de ordenación urbanística estableció situar en Trukutxo el lugar para la instalación de esta actividad, para sacar y reubicar esta actividad del núcleo urbano", ha reiterado.
En esa línea, ha criticado el "circo mediático" en torno a esta cuestión y las "expectativas falsas" que se habían creado sobre el proyecto y ha llamado a "poner al pueblo en el centro", al tiempo que ha remarcado que mientras estén en el Gobierno los intereses de los ciudadanos de Azpeitia serán la prioridad.
Por ello, ha tendido la mano en nombre del Ayuntamiento de Azpeitia, tanto a la Diputación como al Gobierno vasco, para "trabajar y acordar una solución que respete la legalidad vigente".
La Diputación acusa a la "negativa rotunda" del ayuntamiento la "oportunidad perdida".
Por su parte, el diputado de Promoción Económica, Turismo y Medio Rural, Jabier Larrañaga, ha afirmado que la "negativa rotunda" del Ayuntamiento de Azpeitia a abrir "un proceso compartido para analizar la reapertura de Corrugados" ha supuesto "desperdiciar una oportunidad única para la creación de empleo y el impulso de la actividad industrial en Azpeitia, en la comarca de Urola Kosta y en Gipuzkoa, además de suponer un perjuicio a la reputación del territorio".
El diputado ha destacado que, desde que la empresa expresara su interés por retomar la actividad en su ubicación actual, el Ayuntamiento "decidió premeditadamente bloquear sistemáticamente esta opción, por lo que la responsabilidad de los cientos de puestos de trabajo no creados y de la actividad económica perdida es única y exclusivamente suya".
Larrañaga ha subrayado que el papel de la Diputación desde que el Grupo CL transmitiera su intención de reabrir la planta ha sido el de "tratar de facilitar que esta posibilidad pudiera materializarse, cumpliendo con todas las garantías legales y medioambientales, porque entendíamos que era positivo para el interés general, beneficioso para la ciudadanía en términos de creación de empleo y de dinamización de la actividad industrial en la comarca, ya que muchas empresas del entorno habrían podido beneficiarse de las inversiones que el grupo planteaba realizar".
Por ello, ha especificado que la institución foral ha mantenido, durante los meses de febrero y marzo, tres reuniones para tratar la reapertura, la primera de ellas en Vitoria, el 18 de febrero, y las dos siguientes en la propia Diputación, el 11 y el 31 de marzo.
"En estas reuniones se trataron los pasos a dar en cuanto a los requisitos medioambientales que debían cumplirse para reabrir la planta, y a la tramitación urbanística del proyecto. Teniendo en cuenta que la entidad competente en el primero de esos ámbitos, el Gobierno Vasco, ya había detallado que el proyecto era viable si se cumplían determinadas condiciones, el escollo que restaba era el urbanístico, en manos del Ayuntamiento", ha incidido.
"Desde el principio tendimos la mano para facilitar el proceso, a nivel institucional y técnico. Lamentablemente, no fue posible ni siquiera iniciar ese proceso. El primer requisito era la voluntad política de trabajar de forma compartida de todos los actores implicados, pero el Ayuntamiento descartó desde el primer momento la única opción viable a corto plazo, que era la reapertura de la empresa en sus anteriores instalaciones. Y lo hizo en base a una decisión política, no técnica", ha asegurado.
Asimismo, ha señalado que "respeta" pero "no comparte" esta postura, y ha pedido al Ayuntamiento que "asuma su responsabilidad con transparencia". "Es legítimo estar en contra de la reapertura, porque toda decisión en política tiene sus pros y sus contras, y porque algunos de estos inconvenientes pueden resultar impopulares", ha añadido.
Larrañaga ha criticado que, "en lugar de hacerse cargo de las consecuencias ante la ciudadanía, ha tratado por todos los medios de eludir su responsabilidad, escudándose en el resto, e incluso llegando al extremo de negar la existencia del proyecto".
En ese sentido, ha afirmado que la Diputación asume el desenlace de esta cuestión "con frustración, pero con la conciencia tranquila por haber hecho todo lo que ha estado en nuestra mano".
"La Diputación seguirá estando presente allá donde surja una oportunidad para fortalecer esta actividad en el territorio y generar empleo, con vocación constructiva. Nos hubiera gustado encontrar la misma actitud en los actuales responsables del Ayuntamiento de Azpeitia, pero no ha sido posible, y de nada sirve lamentarnos ahora", ha expresado.
"Resquicio"
Por su lado, el juntero del PSE Alberto Albistegui se ha mostrado convencido de que hay un "resquicio" para impulsar el proyecto de Corrugados y ha pedido a las instituciones que retomen de nuevo las negociaciones con el grupo CL para reabrir la planta en Azpeitia. Además, ha reclamado a los partidos políticos que esta cuestión no se convierta en una "guerra política" ya que, perder esta inversión sería, además de una "mala noticia, imperdonable", una "oportunidad perdida".
El portavoz del PP, Juan Carlos Cano, ha acusado a Nagore Alkorta de "buscar la operación urbanística y no el desarrollo industrial de Azpeitia". "Lo que tenemos sobre la mesa es una gran batalla política entre dos formas de entender el desarrollo político y económico de la sociedad, Bildu y PNV, con el factor añadido de que estamos a dos años de las elecciones forales y municipales", ha asegurado.