Las interpretaciones pueden ser muchas. Desde la ausencia de mascarilla al aire libre, al relajamiento generalizado de las normas básicas de seguridad contra el coronavirus. De los excesos focalizados en los jóvenes a la movilidad propia del veraneo. Pero la realidad, la que se sujeta con datos, dice que Euskadi roza de nuevo el abismo de las restricciones para hosteleros y ocio nocturno. El salto de la incidencia por encima de los 150 por cada 100.000 habitantes pone en brete el al Labi del próximo miércoles porque, con el anterior plan Bizi berri en la mano, tendría que retroceder algunas de las decisiones de apertura que hace apenas tres semanas se tomaron y que permitieron la apertura de bares hasta las dos de la mañana y la reunión de hasta seis personas en las mesas de las terrazas. Bien es cierto que esta ola, se supone, no será como las anteriores y se ceñirá a un aumento del número casos y una mayor presión en la primera línea sanitaria, pero no a una saturación hospitalaria, colapso de las UCI ni aumento de fallecimientos. La vacunación masiva, que ha colocado a España en cabeza de porcentaje de población protegida, ha conseguido, al menos de momento, que los contagios sean solo entre personas muy jóvenes y con poca incidencia. De todas formas, por las nuevas variantes, ninguna administración se va a permitir bajar la guardia y 'provocar' que su población esté en riesgo o su sistema sanitario colapse de nuevo.
A pesar de que la incidencia acumulada bajó de los 150 casos el pasado 14 de junio, un dato que permitió cuatro días después flexibilizar varias de las restricciones con la ampliación hasta las dos de la madrugada de la actividad de la hostelería y de la cultura, así como apertura de los txokos y sociedades gastronómicas y la vuelta del público a eventos deportivos, ahora Euskadi ha vuelto en las últimas horas a una situación "tensionada" de la trasmisión de la covid-19 al superar una incidencia acumulada de 150 casos por 100.000 habitantes en 14 días, mientras que la tasa de positividad también ha crecido y alcanza el 6,9 %, un alto porcentaje que no se registraba desde el 2 de mayo.
Desde hace unos días la tasa de incidencia ha ido subiendo y el sábado superó los 150 casos, concretamente 156,29, y volvió a incrementarse ayer domingo hasta los 168,52, con especial incidencia en el grupo de jóvenes de 17 a 18 años que se ha disparado hasta los 1.681,69, según los datos del último boletín epidemiológico. Además de la preocupante incidencia acumulada en 14 días de los jóvenes de entre 17 y 18 años, el boletín recoge datos de esta tasa en franjas de edades más amplias. De 19 a 39 años es de 356,53 casos) y de 0 a 18 años de 306,43.
Estos malos indicadores no se trasladan a los hospitales. El número de pacientes sigue estable desde hace varios días con un total de 86 ingresados, de ellos 36 en las ucis, uno más que el día anterior.
Tasas muy bajas para los vacunados
En cambio, según recopila la agencia Efe, la tasa de positividad se encuentra muy por debajo de la media la incidencia en los colectivos mayoritariamente vacunados que desciende a 82,77 casos entre que tienen de 40 a 64 años; a 25,44 de 65 a 79 años y a 21,75 entre los mayores de 80.
Por territorios, Gipuzkoa es el que registra una tasa más elevada, con 209,03 casos, seguido de Bizkaia (148,99) y Álava (123,26). Son cuatro los municipios vascos los que están en situación roja de transmisión, todos ellos en Gipuzkoa y especialmente Hernani (1.381,44 casos). Urnieta alcanza los 692,54, en Zumaia los 620,74 y en Astigarraga los 524,42.
Restricciones en el Labi
El alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, según ha informado Europa Press, ha mostrado su preocupación por el aumento de los contagios de la covid-19 de las últimas jornadas y ha recordado que "la responsabilidad no tiene edad" y ha asegurado que hay que actuar "de manera comprometida" con la situación que se sigue viviendo. "Esto no es cuestión de que algunos tienen que hacer las cosas bien y otros no importan cómo las hagan", ha manifestado.
Por lo que respecta a la próxima reunión del Labi que se desarrollará en la jornada del miércoles, y la posibilidad de que sea necesario adoptar nuevas medidas restrictivas, Aburto ha reconocido que "las decisiones son muchas veces muy duras", pero ha resaltado que se adoptan por que "tenemos claro lo que desde el comité técnico asesor del Labi, epidemiólogos y médicos nos trasladan".
"Por dolorosas que sean, nuestra actitud y actuación siempre ha sido dar respuesta en función de lo que se nos traslada como criterios tecnico-científicos y el miércoles también haremos eso sin ninguna duda", ha avanzado.