El Parque Tecnológico de Miñano recupera para su uso el edificio que acogió el proyecto vasco de Fórmula 1, Epsilon Euskadi, tras diez años de abandono. Avanza el plan de reconvertir el edificio número 13 del Parque alavés en un espacio "multiempresa" después de que no se haya conseguido que cristalice ninguna oferta por el conjunto de las instalaciones que acogen el túnel del viento. Son dos las empresas que han confirmado la instalación al edificio, AVS, la ingeniería que ha desarrollado varios proyectos con la NASA, y la energética Alisea Esco. Sin embargo, ninguna empleará el elemento emblemático, el túnel del viento. Esta infraestructura emplea una tecnología que ya se ha quedado un tanto desfasada, ha perdido competitividad y requiere una importante inversión de al menos medio millón de euros para que pueda ser operativa.
AVS, la ingeniería guipuzcoana que participó en el vehículo Perseverance que la agencia espacial estadounidense ha puesto en Marte, llegará el 1 de octubre, tal y como ha adelantado El Correo. Fuentes de la compañía dirigida por el alavés Miguel Ángel Carrera han confirmado a 'Crónica Vasca' que utilizarán oficinas y las denominadas salas blancas. La compañía está creciendo con fuerza en el sector aeroespacial con proyectos importantes entre los que se cuenta su participación con Virgin en la lanzadera de satélites de Reino Unido.
La otra empresa, Alisea Esco, ha confirmado también a 'Crónica Vasca' que empleará las instalaciones para desarrollar un nuevo proyecto en el que van a seguir creciendo. La energética tiene sede en Vitoria y en Madrid y se dedica desde hace más de diez años a proyectos de eficiencia energética y autoconsumo. En esa línea ha desarrollado varios trabajos de alumbrado eléctrico en diversas localidades españolas.
Un millón de coste al año
Con esta recuperación parcial del uso el Gobierno vasco empieza a remontar una deuda histórica provocada por el sueño de la Fórmula1 vasca que quedó reducido a unas instalaciones de 13.000 metros cuadrados, a más de 16 millones de euros en ayudas públicas perdidas y a una factura de más de 16 millones de euros que debe pagar el Ejecutivo por avalar un crédito para el proyecto con sus propias instalaciones. Lo que supone un pago anual de 1 millón de euros hasta 2032. La especificidad del espacio y el envejecimiento de la tecnología ha hecho que ninguna de las opciones que se han barajado hasta ahora haya terminado por concretarse con la compra del conjunto del edificio que se valoró en 23 millones de euros. Así que esta alternativa es una bocanada de oxígeno para las finanzas, aunque no resuelve del todo la reutilización de todo el espacio. Precisamente, la red de parques del gobierno planeaba impulsar este año unas obras que permitan el rediseño de la instalación modificando los actuales espacios en un "edificio multiempresa" con un proyecto de ejecución presupuestado en 300.000 euros.