Uno de los proyectos más importante en cuanto a volumen de dinero de los que ha recogido el Gobierno vasco para los fondos europeos en su documento Euskadi Next Generation, es el 'Vitoria-Gasteiz Mobility Lab'. Se trata de un centro que sirva de banco de pruebas sobre la movilidad del futuro tanto en el ámbito del transporte de personas como en de la logística y para el que se contempla una inversión de 327 millones de euros. A la iniciativa, impulsada por la Diputación de Álava y el Ayuntamiento de Vitoria, se han sumado las empresas Mercedes, Michelin, Talgo y CiC Energigune en un acto simbólico que precede a la constitución de la Fundación que dará respaldo jurídico a la iniciativa. Además, las entidades que también han suscrito el convenio han sido el centro tecnológico Tecnalia, la UPV, Sernauto (Asociación española de proveedores de la automoción), el Parque Tecnológico de Miñano y el Gobierno vasco.
Una nueva movilidad
El 'Mobility Lab' busca desarrollar un centro de innovación dedicado al estudio, prueba y aplicación de las nuevas tendencias en transporte urbano para la automoción y la logística. El objetivo es impulsar iniciativas que aceleren la llegada de calles inteligentes para la gestión de aparcamientos y soluciones como patinetes, bicicletas eléctricas, dando entrada al coche autónomo; pero también para fomentar la innovación y sostenibilidad con en el transporte colectivo mediante el autobús o el vehículo eléctrico. El proyecto contempla líneas de trabajo como el uso de 'big data' aplicado al tráfico o sistemas inteligentes de carga y descarga. La idea es que la iniciativa esté abierta a más empresas que puedan sumarse a los proyectos de investigación.
Mercedes pide más repaldo de la sociedad
Mercedes representa a la compañía más importante de las que han suscrito el convenio. El director de su fábrica en Euskadi, Emilio Titos, ha destacado la importancia de la "colaboración público-privada" y ha señalado que el "cruce de caminos" que representa Álava "debe emplearse como herramienta de competitividad", para lo que "es necesario el desarrollo de infraestructuras". Además, Titos ha señalado la importancia de la colaboración público-privada y que, si bien "la industria se siente respaldada por las instituciones", no es tanto así con la sociedad de la que ha reclamado "más soporte". Según ha explicado, "parte de la sociedad no nos transmite eso", aunque ha reconocido que es "porque no lo hemos transmitido bien".
La fábrica alemana que ha salvado la actividad, al menos hasta octubre, contempla una inversión para la ampliación de la fábrica de más de 700 millones de euros de inversión. Tiene también un proyecto que aspira a recibir financiación de los fondos europeos para un centro de fabricación avanzada en 'industria 4.0' por 30 millones.
CiC Energigune, otra de las empresas que ha suscrito el convenio, forma parte de BasqueVolt, un proyecto estratégico que en el escenario de más desarrollo contempla una inversión de más de 800 millones de euros para la fabricación de celdas de batería.