La llegada de otro fondo de inversión a una empresa vasca está hoy más cerca después de que el Consejo de Ministros haya aprobado la compra del grupo sueco EQT de Solarpack, la empresa de impulsada por la familia Galíndez, por un importe de 880 millones de euros. La operación precisaba de la autorización del Gobierno por suponer una entrada de capital extranjero en una compañía del sector energético. El último trámite que queda pendiente para cerrar una operación muy rentable para los fundores de Solarpack es la aprobación de la operación de la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores), que admitió a trámite el folleto de la oferta el pasado 15 de julio y que está analizando.
La compra de Solarpack es una de las operaciones más rentables desarrolladas por una empresa vasca. Los Galíndez impulsaron esta compañía especializada en la construcción e instalación de parques fotovoltaicos que salió a bolsa en 2019. Desde entonces, su cotización ha ido en ascenso imparable hasta alcanzar el techo de los casi 30 euros por acción el mes de diciembre del pasado año, solamente en 2020 creció en 114%. Entonces comenzaron a sonar rumores de OPA, tras una salida de 100 millones de euros gracias a la venta del 10% de las acciones de sus gestores y de otro de los accionistas de referencia, el fondo Onchena, de la familia Ybarra Careaga.
Con la operación, los propietarios principales, José Galíndez con un 40%, Pablo Burgos, el consejero delegado, con un 8% y la familia Ybarra Careaga a través de su sociedad de inversiones, Onchena, aprobaron en el consejo de administración la oferta del fondo sueco EQT por 881,2 millones de euros, lo que supone pagar la acción a 26,5 euros. Aún así, la compra está condicionada a la aceptación del 75% de los accionistas, un hecho que los analistas dan por descontado por la alta rentabilidad que ofrece.
En el acuerdo, el consejero delegado, Pablo Burgos seguirá al frente de la entidad, pero el folleto no hace mención a la ubicación de la sede o sobre si hay compromisos para que se mantenga en la localidad vizcaína de Getxo. Los mercados siguen atentos la posibles decisiones inversoras que estas familias de Neguri puedan afronta ante esta nueva situación de liquidez. De hecho, en las últimas horas, José Galíndez y la propia Carmen Ybarra han aparecido como posibles empresarios que pudieran acompañar la operación de ITP Aero en la búsqueda de empresarios vascos que pudieran dar garantía de 'arraigo' a la operación. El caso es que los 880 millones que generará la operación centran la atención de nuevas oportunidades.