El aterrizaje de Bain Capital en ITP Aero ha sido otra evidencia de la llegada a Euskadi de una nueva economía que traslada la financiación de las empresas a los fondos de inversión. Las regulaciones del Banco Central Europeo (BCE) han forzado a los bancos a retirarse del mundo de la empresa frente a estos agentes que vienen cobrando un protagonismo creciente. Las tres principales operaciones corporativas en Euskadi vividas en los últimos meses han estado lideradas por estos gestores. Es el caso de Euskaltel, que fue adquirida por 2.000 millones de euros por MásMovil, controlada por Cinven, KKR y Providence; el de Solarpack, que tiene una OPA por 800 millones planteada por el fondo sueco EQT; o la recientemente firmada de ITP por 1.700 millones de euros a cargo de Bain Capital. Pero esta realidad no solo afecta a las grandes operaciones, en Euskadi han surgido en los últimos años varios fondos de inversión locales que acumulan más de 400 millones de euros para empujar a 'pymes' y 'start up'. También los ciudadanos están gestionando sus ahorros de otro modo y cada vez confían más en estas figuras para invertir, aunque no sean el mismo tipo de entidad. Según el informe de Inverco, Euskadi ha sido la tercera comunidad donde más han crecido los ahorros que sus habitantes dirigen a fondos de inversión con un volumen de 30.493 millones de euros.
El crédito que los bancos otorgan a empresas y ciudadanos en Euskadi, según el Banco de España, se ha reducido en los últimos diez años en más de 9.000 millones de euros, un decrecimiento que choca con la evolución económica de la última década y que atestigua que las compañías han cambiado sus fuentes de financiación. El desembarco de los fondos ha venido para quedarse teniendo en cuenta que en un contexto globalizado como el actual, las empresas necesitan de mucho músculo financiero para crecer, para acometer inversiones y también para protegerse de compras hostiles no deseadas. La orden del BCE de que los bancos salgan de las empresas ha provocado que estas busquen otras fórmulas de financiación que pasan por dar participación a los inversores que toman parte de las decisiones para garantizar el beneficio.
Otro de los agentes históricos en las empresas vascas y su accionariado, Kutxabank, ha tenido también que retirar posiciones. Hace tres años presentó un plan de desinversiones en sus participadas que ha ido cumpliendo detalladamente, pero no es suficiente. La normativa europea endurecerá aún más la penalización sobre el índice de solvencia de los bancos en función de sus participaciones. Una vuelta de tuerca que será más exigente a partir del año que viene sobretodo con las compañías cotizadas. El caso es que Kutxabank no puede dar por resuelto este capítulo y debe seguir analizando nuevas salidas de empresas en las que tiene participación.
Empresas vascas adquiridas por fondos
Tras el caso de ITP Aero, adquirida por Bain Capital, otra empresa bandera del sector aeronáutico como Aernnova está participada por el fondo Towerbrook como accionista mayoritario. La mítica Angulas Aguinaga, que se ha convertido en empresa puntera artífice de la gula elaborada con surimi, tiene como accionista mayoritario a PAI Partners, que en su día compró su participación a otro fondo, Portobello. Otra de las OPA estrella de este año la de Solarpark, valorada en 881 millones de euros, tiene detrás al fondo de inversiones sueco, EQT.
En las últimas semanas se ha conocido que el fondo Nazca ha comprado la empresa Zunibal, especialista en tecnologías para la pesca, o que Ufenau se ha hecho con el control de Alfus Iris; otros ejemplos más que se unen a una larga lista que no hace más que crecer en un contexto en el que la inversión pública en las empresas está también muy limitada por parte de los reguladores europeos.
Fondos de inversión vascos
Además, Euskadi asiste a un resurgir de fondos con domicilio vasco que se presentan como una alternativa para la financiación empresarial. En total, más de 400 millones de euros es la cantidad para la que están buscando empresas en las que invertir. Se trata de una serie de operaciones que, en función del 'ticket' de inversión podrían insuflar capital en cerca de 300 empresas. Así, bien se trate de 'Private Equity' (inversiones realizadas en empresas consolidadas tomando la mayoría del accionariado) o de 'Venture Capital' (inversiones minoritarias para ayudar el impulso de nuevas compañías) esta fórmula de financiación crece en el País Vasco. Sus agentes también presentan diferentes perfiles, desde gestores de inversión a Family Office que gestionan un patrimonio familiar, pasando por las EPSV o la administración.