Hace algo más de dos años que el Gobierno vasco anunció una reorganización de sus herramientas para tomar participaciones en empresas estratégicas en Euskadi. Fue entonces cuando se  anunció la creación de Finkatuz, el fondo de participaciones industriales del Gobierno vasco. Tras la creación de su entidad jurídica el pasado mes de abril y la aprobación de su presupuesto este verano, el Ejecutivo cuenta ya con la herramienta lista para actuar. Actualmente son 160 millones de euros, aunque está previsto elevarlos hasta 300 millones, con los que tomar posiciones en diferentes compañías y que, como han confirmado fuentes del departamento de Economía y Hacienda del Gobierno vasco, ya está en pleno funcionamiento y preparado para realizar las primeras inversiones. 

El fondo tomará participaciones en empresas que tengan, al menos, 100 millones de euros de facturación y cuenten con más de 50 trabajadores. Además, las compañías deberán tener la sede en Euskadi y quedan descartadas las que estén en "crisis". Los sectores que centrarán la mirada del Gobierno son áreas estratégicas como la aeronáutica, la alimentación, la automoción, las biociencias, los contenidos digitales, la ecoindustria, la energía, la maquinaria, los productos e instalaciones siderúrgicas, las tecnologías electrónicas y de la información y los transportes, movilidad y logística. En cuanto a la duración de la inversión, el Gobierno realizará esta toma de acciones en las compañías con vocación de estabilidad, aunque no se fija un periodo mínimo, ni máximo. No está previsto que se desarrolle como una cascada de inversiones realizadas de golpe, sino de ir afrontando cada situación en cuanto la oportunidad se presente. 

El 11 de agosto el Ejecutivo publicó el presupuesto para este año de la entidad jurídica que creó en abril en Finkatuz para la gestión de los 160 millones de euros con los que cuenta para invertir en empresas 'estratégicas'. Las cuentas reflejan la aportación de toda esa cantidad de dinero para tomar participaciones empresariales y establecen un capítulo de gastos para su gestión que asciende a 619.000 euros. Además se recogen los 1,76 millones que el Gobierno vasco ha ganado en forma de dividendos y revalorización de las acciones con las que cuenta en compañías como CAF.

La llegada de los fondos europeos puede permitir que surjan esas oportunidades como el desarrollo de la fábrica de electrolizadores para la obtención de hidrógeno de Petronor y Sener. Otra de las operaciones que también está en el punto de mira es la de ITP Aero. El Gobierno, tras la compra de la aeronáutica por parte del fondo de inversión Bain Capital, junto con la guipuzcoana SAPA y el grupo inversor JB Capital, busca el modo de articular su participación en la compañía con unos 60 millones que saldrían de este fondo y con los que podría obtener un representante en el consejo de administración. El Aerofondo, la herramienta de inversión creada por el Ejecutivo central y Airbus para apoyar el tejido industrial de proveedores de segundo nivel (Tier-2) y sucesivos es también uno de los posibles destinos. La consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, ha manifestado en más de una ocasión la disposición del Gobierno para participar en esa herramienta. El análisis de las oportunidades y la toma de decisiones sobre las inversiones se realizará entre los responsables del departamento de Economía y Hacienda del Gobierno vasco, dirigido por el consejero Pedro Azpiazu, y el de Desarrollo Económico, con Arantxa Tapia al frente. 

Hasta ahora solo se han materializado dos pequeñas inversiones para tomar capital en la guipuzcoana CAF, con 15 millones de euros y un 1,24% del accionariado, y otra participación en Kaiku del 7,35% de sus acciones. La de CAF fue, además, una inversión provocada por la salida de Kutxabank. Y es que el banco vasco viene desarrollando una estrategia de desinversión empresarial obligada por el regulador y por su estrategia de mantener altos ratios de solvencia y seguridad que le ha llevado a centrar su negocio en el sector hipotecario.

El objetivo del Gobierno es dotarse de esta herramienta con la que tratar de asegurar que las compañías más importantes, por su volumen de facturación, empleo o capacidad tractora, tienen la visión del 'arraigo' en Euskadi en la toma de decisiones y la posibilidad, en algunos casos, de nombrar a un miembro del consejo de administración. Es, por lo tanto, un intento de hacer frente a la llegada de nuevos actores, especialmente los fondos de inversión, para mantener la identidad de muchas de estas compañías estratégicas. Aunque se trata de un esfuerzo que algunos agentes cuestionan, como el director general de la patronal alavesa, Juan Ugarte, que considera que "poner vallas al campo" no es la mejor manera de afrontar el problema. Y es que el volumen de las operaciones corporativas más importantes que se han sucedido en Euskadi en los últimos meses superan con mucho la los fondos que prevé manejar Finkatuz. Así, la OPA de MásMóvil por Euskaltel ascendió a 2.000 millones de euros; en 1.700 millones se han cerrado la venta de ITP Aero a Bain Capital; y 880 millones es el precio que el fondo inversor sueco EQT ha puesto encima de la mesa por Solarpack. Cantidades mucho más elevadas que los 300 millones con los que el Gobierno dotará Finkatuz.