A la espera de la presentación de resultados del tercer trimestre, la actividad de Tubacex está experimentando el respaldo de la reactivación del sector gasista. Las compras y pedidos se están incrementando aupados por la demanda de esta fuente de energía que seguirá siendo una pieza clave en la transición energética y que, en las actuales circunstancias, se está cotizando a tarifas récord. Tal y como recogen los analistas de Renta 4, la cartera de pedidos de la compañía se ha multiplicado por cuatro desde principios de año. Un 'pipe line' que garantiza la carga de trabajo para alimentar las plantas vascas tras el parón sufrido por la huelga. Además, tras la suspensión de actividades provocada por la pandemia, se reactivan las operaciones en Oriente Medio, con la posibilidad de recuperar importantes proyectos en 2022 donde la alianza con Senaat (grupo de inversión del emirato de Abu Dabi), que sirvió para crear un planta de producción, podría comenzar a dar buenas noticias.

Esquiva el problema del coste energético

La industria proveedora para el sector del gas, como es el caso de Tubacex, está viviendo un momento muy diferente al de otras empresas electrointensivas donde el coste de la luz está mermando los beneficios u otros sectores que están sufriendo el encarecimiento de los suministros. En este punto, Tubacex señala que no ve, al menos de momento, un impacto relevante en el aumento del coste de la energía porque cuenta con precios fijos a través de contratos PPA, además de que en determinados trabajos están indexando esos costes.

De todos modos, y una vez cerrado el acuerdo con la plantilla de los centros de Euskadi, Tubacex da por concluida la reconversión de todas sus plantas y prepara para el mes que viene la presentación de un nuevo plan estratégico que dará continuidad al de 2016-2020. Además del gas, la apuesta se centrará en la elaboración de materiales encaminados a la transición energética. Las dinámicas del mercado hacen prever "un ciclo inversor para los próximos años. 

Recuperación en 2022

Los efectos del parón por la huelga se dejarán notar en este ejercicio, pero para 2022 la compañía espera un fuerte crecimiento en el conjunto del año, destacando el primer semestre. En los primeros seis meses de este 2021, y a la espera de la presentación de resultados del último trimestre, las cifras de ventas siguen alejadas de años anteriores con un descenso del 43% de las ventas en el primer semestre. En el segundo trimestre las ventas de tubos para la extracción de gas ya se duplicaron respecto a los primeros tres meses del año. Si en enero, febrero y marzo este sector ocupó el 14% de las ventas con 12,1 millones de euros, en el segundo trimestre la cuota se elevó 8 puntos hasta un 22% gracias con más de 23 millones.

En este momento las plantas vascas del grupo -tres de un total de 20- acumulan pérdidas de 12 millones en 2019 y 20 millones en 2020, y este año la cifra en rojo estará también como mínimo en este entorno, teniendo en cuenta que llevan paradas más de seis meses. Esto supone más de 50 millones de euros perdidos en un periodo de tres años. Primero porque estaban lastradas por la crisis del Covid, y a renglón seguido por el parón de la huelga iniciada como protesta por los despidos que ha durado casi 8 meses. 

 

El acuerdo con los sindicatos que puso final a la huelga establece, además, una estabilidad laboral hasta fecha hasta las que se mantendrán las condiciones del acuerdo definitivo y que supone una congelación salarial hasta entonces, el aumento de la jornada los próximos tres años en 40 horas y la reducción de la aportación a la EPSV de 4 al 1%. A cambio la empresa retiró el recurso al Supremo contra la sentencia del Superior de Justicia que anulaba 129 despidos y, además, asume el compromiso de renunciar a los despidos forzosos y acordar salidas solamente cuando sean voluntarias.