La fábrica de Mercedes en Vitoria volverá a parar el próximo viernes 26 de noviembre por miedo a quedarse sin suministros. La empresa ha comunicado esta noticia al Comité en una nota en la que anuncia la suspensión "de los tres turnos de producción con cargo a Bolsa, que afectará a todo el personal directo e indirecto coligado y no ligado de la fábrica". La actividad productiva sí se mantendrá de lunes a jueves pero el viernes genera "incertidumbre" por la falta de piezas para la fábrica. Hace apenas unos días, la factoría ya alertaba de que esto podía pasar durante noviembre y confirmaba que no iba a trabajar "al menos durante cuatro días en diciembre". La última semana del año ha sido descartada ya definitivamente por la dirección de la empresa y los días 27, 28, 29 y 30 diciembre, no habrá actividad "por falta de componentes".
Los departamentos de logística y compras de la multinacional alemana han encontrado esta semana más dificultades que las anteriores para garantizar la producción y, de hecho, hasta esta misma mañana de viernes no han podido comunicar oficialmente el programa. La explanada de la fábrica acumula ya más de 4.000 furgonetas pendientes de finalización por falta de microchips y otros materiales electrónicos, según señalan fuentes sindicales. Es la cantidad que resulta de tener que dejar unas 400 furgonetas cada día sin poder entregar y a la falta de la llegada de suministros.
La producción de Mercedes se va mermando de esta manera semanalmente y ya ha pasado de la previsión de 148.600 unidades para 2021 de la que se hablaba en abril, a las 134.500. Puede que incluso sean menos. Según confirmaba 'Crónica Vasca', en las comunicaciones que hay entre la dirección y los proveedores, se cuenta con un volumen de 125.000, cifra muy similar a la de 2020, el año de la pandemia.
Ocho semanas continuadas de actividad
La dirección de la planta trata de hacer equilibrismos casi imposibles para no frenar la producción en función del 'stock' de que dispone de los ya famosos microchips, un esfuerzo que supone adaptar las cantidades de fabricación diaria de cada modelo de furgoneta. Una complicada tarea que los responsables de logística están desarrollando conseguiendo ocho semanas continuadas de producción.
La crisis afecta a todo el sector y no es una cuestión exclusiva de Mercedes. La automoción vasca está acusando con fuerza los parones de la crisis de los semiconductores y cada vez son más las empresas que se resienten de la falta de piezas y del descenso de la producción de vehículos. Empresas como Gestamp, han tenido que recurirr a un ERTE por el parón de Mercedes, sumados a otros en Opel, Seat y Volkswagen, que afectan directamente a la compañía vizcaína. El informe de coyuntura de las empresas del Metal de Bizkaia, que adelanta la posibilidad de que entremos en una nueva crisis a causa de los problemas de suministros y del precio de las materias primas y de la energía, apunta precisamente a que el sector de la automoción es uno de los más afectados.