El consejero de Economía y Hacienda del Gobierno vasco, Pedro Azpiazu, ya había señalado en la presentación de los Presupuestos y en la previsión de cierre de la recaudación fiscal de Euskadi, que las cifras salían mejor de lo previsto. Más ingresos de lo esperado y una ejecución presupuestaria que no completaba las previsiones. Unas circunstancias que han permitido al Ejecutivo generar un superávit de más de 200 millones en septiembre. La decisión del Gobierno ha sido redirigir una buena parte de esos remanentes a la inversión. Y es que tan solo en las últimas semanas se han sacado 300 millones de euros para ese destino que no estaban previstos en las Cuentas de este año. Es decir, se trata de 300 millones obtenidos de excedentes o de partidas no gastadas. El principal beneficiado de este reparto final para cuadrar las cuentas a final de año es el fondo Finkatuz, la herramienta del Gobierno para tomar participaciones en empresas estratégicas vascas. Que con este nuevo ingreso cuenta ya con los recursos que había previsto el Ejecutivo para comenzar a operar.
En unos meses el Gobierno reforzará con 100 millones este fondo elevando sus recursos hasta los 265 millones de euros. Y es que en el proyecto de Presupuestos para 2022 cuenta con 50 millones de euros cosignados para el año que viene, 100 millones más que con los que contaba el pasado enero. Ahora lo que queda pendiente es comenzar las inversiones, entre las que destaca la posibilidad de entrar en el accionariado de ITP Aero. Para el Ejecutivo es una de las operaciones prioritarias, pero quiere asegurar el "arraigo" en Euskadi de la compañía. De momento, el Gobierno tiene acciones en CAF, con 15 millones de euros y un 1,24% de la empresa, y otra participación en Kaiku del 7,35% de sus acciones.
En abril se creó la figura jurídica y en agosto se aprobaron los presupuestos del fondo que tendrá unos gastos de gestión de 600.000 euros. La gestión de esta herramienta está coordinada por los departamentos de Economía y Hacienda, así como por el de Desarrollo Económico, dirigidos por los consejeros Pedro Azpiazu y Arantxa Tapia respectivamente. Entre los ingresos, operan 1,76 millones de euros provenientes del reparto de dividendo de CAF
El objetivo del Ejecutivo es elevar la dotación hasta los 300 millones de euros para desarrollar inversiones en empresas que tengan, al menos, 100 millones de euros de facturación y cuenten con más de 50 trabajadores. Además, las compañías deberán tener la sede en Euskadi y quedan descartadas las que estén en "crisis". Los sectores que centrarán la mirada del Gobierno son áreas estratégicas como la aeronáutica, la alimentación, la automoción, las biociencias, los contenidos digitales, la ecoindustria, la energía, la maquinaria, los productos e instalaciones siderúrgicas, las tecnologías electrónicas y de la información y los transportes, movilidad y logística. En cuanto a la duración de la inversión, el Gobierno realizará esta toma de acciones en las compañías con vocación de estabilidad, aunque no se fija un periodo mínimo, ni máximo.