Kutxabank está teniendo más dificultades de las que esperaba para desprenderse de su participación en la Torre Iberdrola. Pese a que ya han transcurrido ocho meses desde que la sacaron al mercado y que se ha culminado ya el plazo que en un principio se había estimado para culminar la venta, todavía no tienen comprador.
La entidad bancaria sacó al mercado en el mes de abril su 31,7% de participación en el emblemático edificio de Bilbao y se daba por sentado que la operación de venta podría estar ultimada hacia el verano.
Sin embargo, fuentes conocedoras de la operación confirman a Crónica Vasca que transcurrido el plazo que se había previsto, la consultora inmobiliaria Savills Aguirre Newman no se ha conseguido ultimar la venta, que, según las primeras valoraciones podría suponer para Kutxabank un ingreso de alrededor de 80 millones de euros, a partir de una tasación del edificio completo en unos 250 millones de euros.
Desde el banco y la inmobiliaria han descartado dar detalles de la operación acogiéndose a criterios de confidencialidad, pero no parece descartable que el banco llegue incluso a optar por otro gestor inmobiliario en el caso de que tenga que reiniciar el proceso.
Pese a la pandemia, que ha trastocado prácticamente todas las actividades económicas, la actividad en el sector inmobiliario continúa bastante activa con mucho movimiento inversor de fondos y socimis, por lo que resulta difícil explicar las dificultades que se está encontrando Kutxabank para vender su parte, teniendo en cuenta que la entrada en n la Torre parecía en principio una inversión segura.
Sin embargo, el hecho de Iberdrola sea la propietaria del resto del edificio puede estar pesando en estas dificultades para encontrar un comprador adecuado, según señalan fuentes conocedoras del proceso, ya que la eléctrica, que tiene además su sede en las plantas más altas del rascacielos, puede no querer compartir propiedad del edificio con cualquier socio y se puede estar reduciendo el círculo de los posibles compradores. Hay que tener en cuenta que con la venta de su parte, Kutxabank está dando entrada a un socio para Iberdrola y teniendo en cuenta la larga e histórica relación que une a la eléctrica y con el banco con su principal accionista, la BBK, la opinión de la empresa de Galán será sin duda determinante para culminar la operación.
Socios desde la construcción del edificio
Kutxabank puso a la venta el 31,7% que posee de Torre Iberdrola en Bilbao dentro de la política de desinversiones en activos ajenos a la actividad bancaria, cumpliendo el mandato del Banco Central Europeo (BCE).
El resto del accionariado del edificio, el 68,3% es propiedad de Iberdrola. La eléctrica tiene en sus últimas plantas la sede la empresa y el resto está alquilado a diferentes firmas.
La relación de Kutxabank con la Torre Iberdrola se remonta a 2008, cuando la BBK contribuyó con 80 millones de euros a la construcción del edificio, ideado por el prestigioso arquitecto argentino César Pelli, que se ha convertido ya en uno de los iconos de Bilbao con sus 165 metros de altura, distribuidos en 41 plantas.
Entonces BBK era el segundo accionista de la eléctrica y salía al rescate del proyecto inmobiliario de Iberdrola en Bilbao, después de que los que eran sus socios al 50%, Promotora Vizcaína (PV), fueran incapaces de afrontar la inversión que precisaba el proyecto y decidieran abandonarlo.