Silken, la firma hotelera más grande con sede en Euskadi y la que impulsó la familia Iráculis, continúa con su plan de crecimiento tras la pandemia y después de acudir a la SEPI para buscar financiación. En este arranque de año, la cadena de establecimientos ha sumado la gestión de dos nuevos hoteles. Uno en Vigo y otro en Euskadi: el Villa de Laguardia. Con el hotel de Rioja Alavesa eleva ya a seis los establecimientos que gestiona en Euskadi, donde cuenta con camas en Vitoria, Durango, San Sebastián, Bilbao y Lekeitio.

La compañía acaba de aprobar un plan de crecimiento con el objetivo de volver a beneficios en 2023, con un plan de negocio que contempla hoteles vacacionales como novedad a una apuesta que se había centrado tradicionalmente en ubicaciones más urbanas y de negocios. 

En 2021 Silken cerró con unos 50 millones de euros de facturación, lejos de los más de 90 millones de 2019 y, tras los efectos de la pandemia, la compañía busca un nuevo plan con un cambio de imagen y nuevas aperturas para alcanzar los 35 establecimientos a final de este año. La apuesta requiere un esfuerzo inversor y contempla dos aperturas en África. La fórmula para salir adelante ha agudizado un enfrentamiento entre los socios de la compañía gestionada por Emilio Iráculis con el apoyo de Javier Tobar, con el 55% de las acciones, enfrentados con el socio histórico de la familia Iráculis, Escampa. Un grupo catalán que tiene el 45% del accionariado, y que no comparte la búsqueda de financiación de la SEPI. Y es que la mayoría accionarial de Silken apostó por pedir un crédito de 30 millones de euros a la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales en una operación que además les permitía mantener la mayoría en la sociedad

El hotel de Laguardia, que fue impulsado en su día por el empresario Juanma Lavín, es una de las referencias de enoturismo en Rioja Alavesa. Cuenta con 84 habitaciones de una categoría de cuatro estrellas y dispone de un espacio de Spa y Wine & Oil. Es una de las principales plataformas turísticas de Rioja Alavesa y sus bodegas, así como de los primeros establecimientos que lanzaron la apuesta por el enoturismo de calidad. El hotel seguirá siendo de los mismos propietarios, pero la gestión correrá a cargo de Silken. 

El establecimiento de Vigo cuenta con 72 habitaciones, también de cuatro estrellas es el prorotipo de hotel urbano con encanto. En una apuesta por el turismo de negocios y calidad que había marcado la línea de trabajo de Silken. 

Silken cuenta en España con un total de más 3.300 habitaciones y emplea a más de 1.000 personas.