La planta de Mercedes en Vitoria ha logrado hacer acopio de piezas para salvar la producción de la próxima semana. Así se lo ha comunicado la dirección al comité asegurando que la próxima semana se trabajara con total normalidad y que planifica todos los sábados de febrero salvo el primero. La dirección de la planta de Mercedes en Vitoria ha estado hablando estos días con dos proveedores alternativos que suministren las piezas necesarias para evitar parar la producción el miércoles, jueves y viernes de la próxima semana. Finalmente lo ha conseguido y la planta continuará trabajando.
Sobre los próximos sábados, la dirección ha informado de que "en previsión de que la actual situación de falta de suministros pueda generar pérdidas de producción durante el próximo mes de febrero", van a planificar la necesidad de trabajar los próximos sábados 12, 19 y 26 de febrero en los sectores de Montaje Bruto, Pintura y Montaje Final.
La incertidumbre en el suministro de semiconductores ha provocado diversos parones en la producción en los últimos meses en esta empresa, la mayor de Euskadi ya que da empleo directo a unas 5.000 personas. La última parada importante tuvo lugar a finales del pasado año, desde el 17 de diciembre al 3 de enero. El objetivo fue hacer acopio de piezas ante la falta de regularidad en el suministro de chips.
En paralelo a esta situación, y como consecuencia de esos problemas para producir, Mercedes se veía obligada a recurrir a un ERTE. Sin embargo, los sindicatos de la planta de Vitoria lo han rechazado porque rebaja las condiciones del anterior. Concretamente, la dirección ha planteado una rebaja salarial del 10% con respecto al ERTE anterior. Una negociación de un nuevo ERTE motivado por la falta de suministros de piezas.
El comité y la dirección han tenido dos reuniones para negociar el nuevo ERTE, de 30 días hasta junio, presentado a los sindicatos tras finalizar el 31 de diciembre el anterior expediente. Según han comunicado los sindicatos, a través de una nota, la empresa ha trasladado la "oferta definitiva" con una rebaja salarial del 10 %. La dirección ha argumentado el ERTE en los problemas de suministro que acarrean un "aumento de costes".