El tiempo se termina para buscar los apoyos políticos que necesita la reforma laboral para ser aprobada en el Congreso de los Diputados y precisamente esas son las causas que aprecia la patronal vizcaína, Cebek, en quienes rechazan apoyarla. Y es que el secretario general de la organización, Francisco Azpiazu, ha señalado que "solo cuestiones políticas o ideológicas pueden llevar a no respaldar la reforma acordada". Para el dirigente de la asociación empresarial los términos del acuerdo dejan meridianamente clara la prevalencia del 'ámbito vasco de negociación laboral' y de los convenios de rango autonómico sobre los sectoriales y los de aplicación general.
Es la respuesta de la patronal vizcaína al PNV, que insiste en votar en contra del acuerdo alcanzado entre CEOE y los sindicatos CCOO y UGT. Los argumentos de los jeltzales se han centrado en la exigencia de que el texto legal de la nueva reforma blinde la vigencia superior de los convenios de ámbito autonómico. Una cuestión que para Cebek está ya más que garantizada y de modo "indefinido" con el acuerdo interprofesional que los cuatro principales sindicatos y Confebask suscribieron en 2017. Para Azpiazu "no hay dudas sobre la prevalencia" y cualquier oposición por esta razón responde a razones que "no tienen que ver con lo jurídico o lo técnico, sino con lo político y lo ideológico".
Azpiazu ha insistido en que es "difícilmente entendible un mensaje que de apoyo al diálogo social y que luego rechaza el acuerdo alcanzado". La presidenta de Cebek, Carolina Pérez Toledo, ha insistido en la necesidad de respaldar la nueva reforma laboral que, "aunque no sea la nuestra", viene respaldada por un gran acuerdo después de la realización de un "gran esfuerzo", por eso ha pedido que se respete ese acuerdo.
Este pasado fin de semana miles de personas se han manifestado en Euskadi convocados por ELA y LAB para rechazar la reforma laboral. Además, los sindicatos nacionalistas se reúnen este lunes con la dirección del PNV para insistir en que debe rechazar el acuerdo. Los jeltzales mantienen su posición contraria a pesar de las demandas de los empresarios vascos y los sindicatos CCOO y UGT. Los jeltzales insisten en la exigencia de un texto de fuerza legal, bien en la propia reforma o en otra normativa que blinde la prevalencia de los convenios autonómicos.