Eroski afronta en este 2022 un año decisivo en el que dar el último paso para la “normalización” de la deuda que en la última década ha comprometido el devenir de la cooperativa de Elorrio. Y es que, si bien se han abonado 2.000 millones en los últimos 10 años, todavía quedan por pagar 9oo millones de euros que, según las condiciones de la última refinanciación, debían abonarse antes de 2027. Eroski trabaja actualmente en los plazos y fórmulas de pago que, según confirman fuentes de la compañía a ‘Crónica Vasca’, presentará en su próxima Junta de Accionistas, que tendrá lugar esta primavera. Los contactos con diversas entidades tratan de establecer las condiciones para el pago de los 900 millones que quedan pendientes.
Se trata de plazos más desahogados que los que ha tenido que asumir Eroski hasta ahora y que, por eso, ha llevado al presidente Agustín Markaide, a señalar que se trata de una situación de “deuda normalizada” que ha permitido afrontar al grupo un proyecto de expansión que comenzó el pasado otoño para lograr la apertura de 300 nuevas tiendas con una inversión de 420 millones de euros. Desde septiembre y hasta enero, se han abierto ya 6 nuevos centros en Euskadi, Castilla y León, Aragón y Galicia con algo más de 16 millones de euros.
Para hacer frente a esos futuros pagos el grupo cooperativo se apoyará en el crecimiento de sus ventas. En el primer semestre de 2021, obtuvo un resultado de 105,9 millones de euros en su operación en todas sus actividades, un 63% más que antes de la pandemia.
Además, mantiene la posibilidad de seguir recurriendo a la venta de sus activos inmobiliarios para obtener liquidez. Se trata de una operación en la que pierde patrimonio, pero permite aliviar la deuda. Es lo que hizo Eroski cuando vendió 27 inmuebles que tenía en propiedad al fondo WP Carey, 14 en Euskadi, nueve en Baleares, tres en Navarra y uno en Cantabria, en un acuerdo por el que obtuvo 85 millones de euros.
Esa operación, junto a la venta del 50% de Caprabo al multimillonario Kretrinsky, permitieron a Eroski salvar el pago de los más de 340 millones de euros que debía asumir en 2021.
El 62% de las preferentes
Otra faceta importante en esa normalización de la deuda es la gestión de uno de los problemas que más daño reputacionalmente a la marca: la gestión de las ‘preferentes’. Una inversión lanzada en 2002 que recogió 66o millones de inversión de 30.000 pequeños inversores. Eroski, con el pago de intereses realizado la semana pasada y que ascendía a 11,5 millones de euros, ha abonado ya 411 millones de euros, que suponen el 62% de esas aportaciones.
La cooperativa ha ido realizando nuevas emisiones y canjes a sus inversores con intereses de hasta tres puntos más euríbor ofreciendo pagos por el ejercicio de 2021 este ejercicio de hasta el 2,48% de interés y con un 2,5% para 2022.