La Ley contra el Fraude Fiscal impulsada por el Gobierno central refuerza los sistemas de control sobre las sicav que, fuera de Euskadi, tributan a un 1%. Un movimiento que está provocando la disolución de algunas de estas sociedades con el consiguiente e importante reparto de dinero entre sus socios. Ante esta situación la legislación en España cuenta con un régimen transitorio para que esas ganancias no tributen si son reinvertidas. En Euskadi, las sicav no tienen ese régimen especial y tributan con el Impuesto de Sociedades, lo que hizo que no quedara ninguna. Pero ahora, varios contribuyentes que viven en Euskadi y tienen acciones en sicavs domiciliadas fuera, se encuentran ante el problema de que, en el caso de liquidarlas, recibirán importantes sumas y, por lo tanto, una gran factura fiscal. Según ha podido saber 'Crónica Vasca', son varios los que han pedido a las Haciendas forales que adapten el régimen transitorio de territorio común en las normativas vascas para no tener que pagar esa cantidad de impuestos. De momento, Gipuzkoa sí ha comenzado a analizar la situación, a la espera de Bizkaia y Álava.
El País Vasco endureció la tributación de las Sociedades de Inversión de Capital Variable, más conocidas como sicav, en 2009. Dentro de un acuerdo que obligaba al PNV a sumar a la izquierda, por su minoría en Gipuzkoa, eliminando el régimen fiscal que tenían estos instrumentos de inversión que tributaban solo el 1% para darles el trato de cualquier sociedad con el 25% del Impuesto de Sociedades. Euskadi se desmarcó así de la regulación del resto de España, donde las sicav siguieron tributando al 1% y perdió las 90 sociedades de esta naturaleza que estaban domiciliadas en el País Vasco. Según explica a 'Crónica Vasca' Jon Arrarte, socio de Deloitte del área de fiscalidad, este movimiento para incrementar la tributación de las sicav en las haciendas forales "respondió más a una decisión derivada de la mala prensa de estos instrumentos inversores que por un cambio efectivo". Y es que el experto fiscalista recuerda que las sicav tenían un régimen fiscal especial, pero cuando los accionistas retiraban las ganancias sí tenían que declararlas con normalidad. "No es una herramienta de evasión fiscal, sí puede serlo de prolongación, para pagar más adelante".
La nueva regulación en el resto de España, donde sí se mantiene el 1% de tributación, lo que sí busca es aumentar el control de los socios de las sicav. El objetivo es terminar con la figura de los 'mariachis': inversores de bulto y sin peso que se introducían como socios para dar falsamente la imagen de que la sociedad era una herramienta colectiva para gestionar inversiones. Las exigencias para tributarl 1% consistirán ahora en que cada sicav deba tener al menos 100 accionistas con participaciones no inferiores a 2.500 euros. El otro cambio es que, a diferencia de lo que ocurría antes, el agente que determine si se dan o no las condiciones para ser una sicav ya no será la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), sino la propia Agencia Tributaria y su cuerpo de inspectores.
Así que, ante la posibilidad de ser estudiado directamente por la inspección fiscal, muchas sicav están tomando la decisión de disolverse, liquidando los activos entre sus socios. Un movimiento en el que los vascos que se encuentran en esa tesitura no gozan del régimen transitorio de territorio común y, con la normativa foral, deben declarar y pagar los impuestos asociados a esas ganancias. En 2oo9 la decisión impulsada por el PNV de igualar el trato fiscal a las sicav con el Impuesto de Sociedades fue criticada por la pérdida de herramientas de inversión colectiva que pudieran ubicarse en Euskadi. Estas sociedades de inversión variable han sido unos instrumentos utilizados por el 'Family Office' de muchas familias empresarias como un medio de inversión del patrimonio familiar.
Según explica Arrarte, el problema ha sido provocado por el mal uso de los socios de fachada y, ahora, las alternativas están siendo la de la disolución o la del traslado de la sociedad a Luxemburgo, donde se mantiene la fiscalidad más benigna. De hecho, según un informe de la CNMV del primer trimestre del pasado año, al conocerse los palnes de la nueva normativa, salieronde España más de 17.ooo millones de euros de fondos e inversiones a sicav con sede en Luxemburgo. Y es que, según explica el socio de Deloitte, las frecuentes visitas de la inspección de Hacienda no son cómodas para los accionistas de estas sociedades, aunque cumplan los requisitos, ya hay que recordar que las sicav que cumplan las condiciones seguirán tributando al 1%.