El cambio al coche eléctrico solo afecta al 6% de la actividad de automoción de Mondragón

La llegada del coche eléctrico a la automoción representa una importante revolución para sus fabricantes, especialmente para todo el grupo de compañías que en Euskadi fabrican componente que se utilizan actualmente en los motores de combustión que, según ha establecido la regulación europea y española, dejarán de venderse entre 2030 y 2035. Un horizonte que ha acelerado los cambios y las inversiones en el sector de la automoción vasca. La corporación Mondragón cuenta con un 33% de su actividad industrial centrada en este sector, pero tal y como ha señalado su presidente, Iñigo Ucín, el impacto del coche eléctrico solo afecta al 6% de su actividad. 

Se trata de un mensaje que ha trasladado en el Forum Nueva Economía y con el que ha querido trasladar tranquilidad sobre la división de automoción del grupo cooperativo. Una línea de negocio en la que ha defendido seguir desarrollando un modelo de "intracooperación" y de establecimiento de sinergias con otras compañías para mantener la competitividad. Según ha explicado la clave del futuro para Mondragón, recogida en su plan estratégico hasta 2024, pasa precisamente por seguir creciendo con fusiones entre las empresas del grupo para solucionar los problemas que el cambio de contexto económico está presentando y no perder competitividad.

Respaldo a la reforma laboral y a la flexibilidad

La incorporación de talento y de nuevos socios para las empresas cooperativas son otro de los retos del grupo para los próximos años en un modelo cooperativo que, según explica Ucín, sigue estando plenamente en vigor y del que ha defendido su singularidad fiscal que ha reivindicado como adecuada para un modelo empresarial diferente al de otras compañías y que, si bien tiene un tipo impositivo inferior, cuenta con otros condicionantes que no afectan al resto de compañías. En este sentido ha ironizado rechazando las acusaciones de "dumping fiscal" que "eso es en Madrid". 

Sobre la reforma laboral, el presidente de Mondragón, ha defendido que la mejor muestra de que es positiva es el acuerdo alcanzado entre la patronal y los sindicatos. Así, ha destacado aspectos relevantes como la mejora de las condiciones y la reducción de la eventualidad en los jóvenes, pero también la flexibilidad que salvaguarda para las empresas. En este punto ha defendido que "en estos tiempos cambiantes" es necesario "mover a la gente", ajustar calendarios y reducir anticipos. Son "medidas incómodas", ha afirmado, pero a las que se debe acudir con los actuales problemas de suministro o ante el riesgo del impacto en la producción que pueden tener circunstancias geopolíticas como el conflicto en Ucrania. 

Ucín ha señalado también que el grupo Mondragón no necesita salir a Bolsa a para financiarse porque "para los grandes proyectos no estamos encontrando problemas de financiación".