Hasta 3.000 millones de euros son los que ha destinado Renfe desde 2o19 para afrontar el más importante plan de renovación de sus trenes de gran capacidad de cercanías y media distancia. Una oportunidad histórica de contratación para los constructores ferroviarios que veían en esta apuesta la ocasión para garantizarse importantes cargas de trabajo no solo para la fabricación, sino para los siguientes 15 años, ya que estas licitaciones contemplan también ese periodo para gestionar el mantenimiento de los vehículos. En plena liberalización del sector, y con la crisis de la pandemia de por medio, las contrataciones han supuesto un desafío para los fabricantes en las que Talgo y CAF no han salido del todo bien parados. Así, fuentes del Ministerio de Transporte han confirmado a 'Crónica Vasca' que ambas empresas fueron descartadas por "motivos técnicos" en la más importante adjudicación de la historia de Renfe con 2.445 millones de euros para construir 211 trenes el pasado año. El gigante francés, Alstom, y el suizo Stadler se llevaron el gato al agua de esa compra que fue recurrida por Talgo al Tribunal de Recursos Contractuales, y que este falló en favor de la decisión adotada por el gestor ferroviario. Así pues, el 84% del presupuesto para la renovación de los trenes de cercanías se ha escapado a los fabricantes vascos.
De ahí que las presiones se incrementaran sobre los 74 trenes que quedaban pendientes de adjudicar. El hecho de que se decidiera primar la tecnología que no empleara gasoil daba alas a Alstom, que cuenta con el tren de hidrógeno más desarrollado. Finalmente, Renfe ha troceado esa compra, como informó este medio, creando una partida de 57 trenes, por 483 millones, que utilicen la catenaria abriendo así las posibilidades de CAF y Talgo que compiten con las demás empresas en un proceso que se adjudicará antes de verano.
Este es otro de los grandes contratos que sumar al de 2.445 millones de euros repartido entre Alstom y Stadler el pasado año. El fabricante francés se hizo con 1.447 millones de euros para 152 trenes, mientras que el suizo se adjudicó 59 trenes por 998 millones de euros. Quedaría por lanzar también la oferta para licitar los 17 trenes que deben circular por vías sin catenaria y sin utilizar gasoil. Todavía no tiene fecha, ni tampoco presupuesto, según informan fuentes de Renfe.
Recelos con Francia
Llueve sobre mojado ya que, aunque la capacidad de CAF y Talgo está sobradamente demostrada en sus carteras de pedidos internacionales, la sensación de proteccionismo en el mercado francés exaspera en Talgo y Renfe que han reclamado en más de una ocasión problemas serios para desarrollar sus actividades en el país vecino, al que se reprocha no responder en la liberalización de su mercado a los gestos que sí se están realizando en España.
Así, el pasado noviembre la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera, hacía unas declaraciones sobre la resistencia de Francia a que Renfe pueda operar en el país vecino. Desde el Gobierno de España se considera un agravio que mientras en nuestro país se ha dado ya entrada a operadores franceses como SCFN o italianos como Trenitalia que están gestionando las conexiones Madrid-Barcelona y Madrid-Valencia, Renfe no consiga operar fuera de sus fronteras.
El malestar llevó al ex ministro de Transportes, José Luis Ábalos, ha escribir una carta a la comisaria europea de Transportes para recordarle que los pasos que estaba dando España para seguir las directrices de la UE en la liberalización del sector ferroviario no estaban teniendo respuesta por parte de ninguno de sus compatriotas europeos. Además, Ábalos, pidió una intervención directa para las homologaciones en Francia de la nueva locomotora de alta velocidad de Talgo, el tren Avril. Es la apuesta que llevará a la empresa española a fabricar en su planta de Álava 400 unidades que ofrecen importantes ventajas competitivas frente a los trenes de Alstom, pero la administración francesa ha dilatado la acreditación para que pueda circular por el país galo.
Para calibrar la importancia de estos movimientos hay datos que hablan por sí solos. Desde 1978, año en comenzó la alta velocidad en Francia, se han adjudicado 745 trenes. Todos han sido adjudicados por SCNF a Alstom. En cambio, en España, Renfe ha adjudicado 271 unidades desde 1991. 121 a Talgo, 67 a Alstom, 57 a CAF y 26 a Siemens.
La apuesta gala de CAF
En cambio, CAF en Francia está logrando abrirse un hueco. A la planta que ya tenía en Bagnères de Bigorre, ha unido la comprada este otoño en Alsacia, acumulando más de un millar de trabajadores con inversiones anunciadas de 25 millones. Algo que ha logrado gracias a unas buenas relaciones con el gobierno del presidente Emmanuele Macron y, lo que es más importante, a la vez que se adjudicaba importantes contratoscomo el de los trenes de cercanías de París, que asciende a más de 2.000 millones, y para el que tiene adjudicado de trenes de media distancia para 28 vehículos con opción de 75 adicionales, que prestarán servicio en las líneas París-Clermont y ParísLimoges-Toulouse y por un coste de 700 millones de euros.