A las puertas de una Junta de Accionistas clave para el futuro de Gamesa y el negocio de eólica terrestre que maneja la filial de Siemens, la matriz alemana mueve fichas en el Consejo de Administración. A falta de una ratificación por parte del accionariado de la compañía, al cambio de sillas entre Andreas Nauen y Jochen Eickholt, Siemens pretende sumar las incorporaciones de Francisco Belil y André Clark en lugar del puesto directivo que asume Eickholt y el dimitido Klaus Rosenfeld. Con este movimiento, la compañía ha anunciado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) su intención de modificar el 18% de su Consejo de Administración cuando queda menos de una semana para la Junta de Accionistas más importante de la compañía, que se celebra el próximo jueves 24.
De ese encuentro debe salir una apuesta decidida, en un sentido o en otro por el futuro de la compañía. En esa Junta, tal y como ya ha informado este diario, Christian Bruch, el CEO de Siemens Energy, dueña del 67% de las acciones de la compañía, va a dejar caer en su discurso que el problema de la eólica terrestre se va a arrastrar durante un tiempo y que "los problemas internos también están afectando a los beneficios". Un mensaje que señala abiertamente a la delicada situación de Gamesa al que se suma otra petición: la de un enfoque "disciplinado y contundente" que logre un "cambio de rumbo" en la compañía.
En esta tesitura, Siemens apuesta por gente ligada a la casa con la llegada de André Clark, vicepresidente de la rama latinoamericana de Siemens y gerente de la filial brasileña de la compañía, y, sobre todo, de Francisco Belil. Este nuevo consejero vuelve a casa tras once años fuera de Siemens. Presidente de la Fundación Princesa de Girona, estos últimos años los ha pasado dentro de la estructura al frente de Naturgy y en Uriach, dos buenos reflejos de una trayectoria profesional pendulante entre el sector energético y el farmaceútico. Sus dos últimos empleadores han cerrado este 2021 operaciones de desmontaje en sus respectivos sectores. Uriach se deshizo el pasado mes de septiembre de su negocio de genéricos y sus dos fábricas españolas para centrarse en los productos sin receta... y Nordex, participada por Acciona, ha anunciado esta misma semana el cierre de su planta en La Vall d'Uixò.
En conjunto, Siemens apuesta, cuando solo quedan dos días para su Junta de Accionistas, por perfiles con experiencia en la casa, buenos conocedores de la eólica terrestre, cuyos nombramientos deberán ser ratificados en una Junta de Accionistas que llega en medio del creciente runrún de una posible OPA de exclusión sobre Gamesa. Una operación que, por poder, podría llegar hasta con un troceo de los activos de la filial vasca para venderlos.
Y es que el primer trimestre del año fiscal de Siemens Gamesa ha evidenciado el estallido en su cuenta de resultados del problema de incremento de costes y suministros. Las pérdidas en los tres primeros meses se han ido a 403 millones de euros, lo que supone ya el 64% de las pérdidas acumuladas en todo el ejercicio anterior. Y es que, en tan solo 15 meses el agujero asciende a más 1.000 millones de euros. Es un dato alarmante que provocó el cambio en la dirección de la compañía con la salida de Andreas Nauen.
Actualmente, el negocio de los molinos de tierra supone el 71% de las pérdidas de la compañía. Esa división es la que centra los activos de las plantas de la antigua Gamesa y las instalaciones en España y Euskadi de la compañía., lo que está comprometiendo el futuro vasco de una de las compañías históricas de Euskadi que nació con el impulso de Iberdrola y el BBVA.