Tubacex confirma el cambio de tendecia y ha cerrado el año 2021 con unos resultados con los que da por cerrada la crisis de dos años marcados por los efectos de la pandemia del covid.
Las cuentas del cuarto trimestre que acaba de hacer públicos la empresa devuelven a la empresa al beneficio neto positivo, con unas ventas de 118,6 millones de euros y un Ebitda de 12,6 millones de euros, lo que supone un margen del 10,6%. Unos resultados conseguidos pese a que la empresa reconoce estar "muy afectada" por el efecto de la inflación en los costes energéticos y en la cadena de valor en general.
Estas cifras dan la vuelta al final del año a una situación marcada sobre todo por los casi ocho meses de huelga en las plantas vascas, que ha supuesto a la compañía unas pérdidas de 32,2 millones en el conjunto del año.
Las ventas de 365,0 millones de euros, han sido un 23,9% menos que el año anterior, y prácticamente un 50% menos que en ejercicios previos a la pandemia. El Ebitda, por su parte, se ha situado en 17,5 millones de euros, con un margen del 4,8%. Sin embargo la recuperación del tercer trimestre impulsado por los nuevos pedidos confirman el cambio de tendencia que confían en mantener en los próximos ejercicios.
“La reducción de costes realizada en el marco de nuestro plan de reestructuración global, la sólida cartera de pedidos y el hecho de encontrarnos ante un mercado energético en expansión, nos permiten afrontar el 2022 con optimismo” ha manifestado Jesús Esmorís, Consejero Delegado de Tubacex.
De hecho, después de un 2020 marcado por la cancelación de pedidos y una muy baja entrada de pedidos, a lo largo de 2021 se ha producido una mejora continua y gradual de la captación que ha permitido cerrar el año con una cartera de pedidos de más de 500 millones de euros en productos de alto valor añadido. Falta por concretar además si se recuperan finalmente los 500 millones del contrato en Irán tras el último movimiento de Biden de levantar las sanciones con ese país.
Esa mejora del mercado se aprecia especialmente en los sectores del Gas y Nuclear, ambas energías de transición, donde el posicionamiento de Tubacex es muy fuerte.
En este sentido, Esmorís considera que el efecto de la alta inflación y, especialmente, la subida de los costes energéticos seguirá apreciándose en el próximo trimestre sobre la cartera ya vendida. “Pero
las subidas de precios que estamos implementando permitirán reducir dichoe efecto a partir del segundo trimestre y los resultados de 2022 deberían estar por encima de los alcanzados en 2018 y 2019”, ha señalado Esmorís.
La cifra de deuda financiera neta alcanza los 336,2 millones de euros, con unos niveles coyunturalmente muy altos. A pesar de ello, el grupo pone en valor una posición de liquidez por encima de los 170 millones de euros, lo que "garantizan la solidez del balance y cubren los vencimientos de los préstamos hasta el 2024".
Además, las expectativas de crecimiento de los próximos meses y consiguiente mejora gradual de resultados permitirán reducir la cifra de deuda financiera neta, volviendo a ratios de endeudamiento pre-Covid a mediados de 2022.
El grupo tiene además garantizada la paz social después del acuerdo con el que se puso fin a la huelga, por lo que le permite afrontar el futuro sin sobresaltos.