Aciturri es una de las dos empresas fabricantes de aeroestructuras más importante y completa, junto a Aernnova, las compañías que en Euskadi son proveedores de primer nivel de la industria aeronáutica (Tier-1). La compañía fundada por Ginés Clemente tiene la sede en Castilla y León, pero cuenta con dos importantes plantas en Euskadi. Una en Berantevilla y la otra en Miñano, ambas en Álava. La segunda es de Alestis, una filial que Aciturri adquirió junto a la SEPI. 

Son dos instalaciones que tal y como explica el director general de la compañía, Álvaro Fernández, se han reforzado tras el paso de la pandemia con más carga de trabajo derivada del grupo. La covid-19, al paralizar la movilidad, dejó a las compañías aéreas con los aviones en los hangares, lo que paralizó la actividad de los constructores. Fernández señala que tras dos años muy complicados la vuelta a los niveles previos de actividad será en 2o25. Además explica que ya han acabado con los ajustes en la plantilla, este año ya no hay ningún ERTE en Aciturri y no se contemplan más ajustes. 

El futuro se ve con optimismo y con la búsqueda "activa" de operaciones corporativas que permitan crecer a la compañía una vez que el intento por hacerse con ITP, a través del consorcio en el que participaba Aciturri, no saliera adelante. La sostenibilidad y el reto de la aeronáutica para buscar materiales más ligeros y motores más eficientes son una de las apuestas de la empresa que ha introducido códigos de conducta y auditorías específicas en la compañía. El objetivo es ser una empresa neutra en emisiones de CO2 y para lo que ya ha registrado la huella de carbono en el Ministerio de Transición Ecológica. 

El sector fijó la recuperación tras la pandemia en la aeronáutica un poco más tarde que en el resto de actividades. Se habló de 2025. ¿Cree que se cumplirán los plazos?

Nosotros seguimos apuntando a ese año como la fecha en que recuperaremos dentro del grupo Aciturri los parámetros previos a la covid tanto en términos de facturación, como en la actividad industrial. Y es que los años 2020 y 2021 han sido muy complicados. La disminución del tráfico aéreo ha provocado un parón en la actividad productiva que ahora, en 2022, empieza a dar los primeros signos de optimismo.

Airbus ha comenzado ya a incrementar compras en los aviones de pasillo único, ¿a eso se refiere?

Es que la recuperación en la aviación comercial va a venir pilotada por esos aviones más asociados al tráfico de corta y media distancia y, efectivamente, las previsiones de Airbus son positivas para los próximos años. 

 

Presentamos una oferta por ITP que cumplía las condiciones, pero tanto ITP como Rolls Royce son dos de nuestros principales clientes, queremos que tengan éxito.

 

Eso en cuanto a la aviación comercial, pero estos años ha habido otras actividades más innovadoras, como los vuelos autotripulados y aerotaxis que han servido de refugio, ¿cómo se ha posicionado ahí Aciturri?

Estamos tratando de participar de manera más intensa en sectores en los que ya teníamos experiencia. Ha habido una serie de áreas que no han sufrido tanto con la pandemia como el ámbito de defensa y la nueva movilidad urbana. Ahí estamos encontrando oportunidades que ya teníamos apuntadas en una reflexión estratégica previa a la pandemia. En la movilidad urbana participamos en un proyecto muy importante con el fabricante alemán Lilium para desarrollar su aerotaxi. Un trabajo que nos ha permitido abrir también otras conversaciones interesantes y muy avanzadas con otros proveedores.

El aerotaxi de Llilium ya ha realizado sus primeras pruebas en vuelo, ¿qué valoración hacen?

Se trata de un proyecto absolutamente disruptivo en tecnología, en cuestiones medioambientales... Va a cambiar las reglas del juego del transporte de pasajeros en distancias cortas y tecnológicamente es muy avanzando. Las pruebas se han realizado con éxito en los parámetros que preveía la compañía y ahora estamos avanzando en el ajuste del diseño derivado de los análisis que ha realizado el equipo de Lilium para preparar los primeros prototipos. 

¿Y la transformación que atraviesa el mundo de los satélites ofrece también oportunidades?

Sí, ahí hemos crecido fortaleciendo nuestra posición en una empresa española, PLD Space, que se dedica a la construcción de cohetes para el lanzamiento y puesta en órbita de microsatélites. Damos mucha importancia a esta actividad y no queremos ser solamente un socio industrial, sino también financiero con presencia en su consejo de administración. 

Para afrontar estos proyectos han tenido que resistir en los dos últimos años y eso ha pasado por ajustes en el gasto que han afectado al empleo. ¿descartan ya nuevos ERTE o EREs?

Una de las mejores noticias que podemos dar a día de hoy es que en Aciturri no hay en vigor ningún ERTE. Además, todos los procesos de regulación de empleo que hemos tenido que abordar a lo largo de esta crisis se han culminado con paz social gracias al entendimiento y el apoyo de los comités de empresa. Y podemos decirlo con alegría porque para una empresa familiar, como somos, es muy importante que estos procesos hayan quedado atrás. En cuanto al futuro, entendemos que tendrían cambiar mucho las cosas y las perspectivas para vernos inmersos de nuevo en algún expediente de ese estilo. Creo que lo hemos hecho de manera correcta y manteniendo el talento en casa, especialmente en los ámbitos de ingeniería y producción que tienen que ver con las cualificaciones especiales y las certificaciones. 

 

Se nos dió la oportunidad de participar en la compra de las plantas de Embraer en Portugal. Nos alegramos de que las haya adquirido Aernnova porque refuerza la presencia de los dos en Portugal

 

Justo poco antes de que estallara la pandemia deicidieron entrar con la SEPI en Alestis para reuperar la compañía. ¿Se han arrepentido? 

Cuando tomamos la decisión de comprar la participación de Airbus en Alestis pensábamos que era una magnífica idea. Y hoy, dos años después, pensamos que es una idea incluso mejor de lo que creímos en aquel momento. Tiene unas capacidades industriales y un equipo humano realmente fantástico y que va a servir de acelerador del proyecto de Aciturri. Se han realizado ajustes en la plantilla que eran necesarios por la crisis, la pandemia y la carga de trabajo, es cierto, hubo que llegar a un acuerdo para la financiación y con los acreedores, pero ahora tenemos unas perspectivas de que se va a recuperar al mismo ritmo que el conjunto de Aciturri, es más, ayudando al grupo para que esa recuperación sea más rápida. 

En esa recuperación del grupo ¿cómo van a contar las plantas vascas?

Tenemos presencia con dos plantas industriales en el País Vasco que van a salir reforzadas de esta crisis. En Miñano (Álava), está la que se dedica a la fabricación de componentes de chapa fortalecida y a la que hemos incrementado la carga de trabajo con encargos que hasta ahora Aciturri gestionaba en otros lugares. En Berantevilla (Álava) también se ha reforzado la instalación ya que se ha convertido en una pieza estratégica para la fabricación de nuestros utillajes. 

Aciturri participó en uno de los consorcios que aspiró a comprar ITP Aero ¿Cómo ven la situación de la compañía y el proceso de adquisición? Se están buscando compañías nacionales ¿hay alguna posibilidad de que se enganchen?

Para nosotros ese es un capítulo que está cerrado. De todos modos, lo primero que tenemos que decir es que ITP y Rolls Royce son dos clientes muy importantes. Por lo tanto, lo más importante es que tengan éxito y las cosas les vayan lo mejor posible. Es verdad que participamos en un proceso competitivo en el que presentamos una oferta, un planteamiento que cumplía con todos los requisitos que nos planteaban tanto los vendedores como las administraciones implicadas. Garantizábamos la continuidad del proyecto industrial y teníamos un pacto de socios ya formalizado entre los que conformábamos el consorcio. Pero ahora nuestro deseo es que la operación se pueda cerrar con éxito, son dos de nuestros principales clientes. 

 

El aerotaxi de Lilium es absolutamente disruptivo en tecnología y en cuestiones medioambientales. Va a cambiar las reglas del juego del transporte de pasajeros en distancias cortas y tecnológicamente es muy avanzando.

 

En este proceso de concentraciones que atraviesa la aeronáutica, el último movimiento ha sido el de su vecino, Aernnova, que ha adquirido dos plantas de Embraer en Portugal. ¿Cómo afecta a eso el sector de las aeroestructuras?

Es una operación que nosotros conocíamos, en la que se nos dió la oportunidad de participar. Nos alegramos de que haya sido Aernnova quién ha comprado esos activos porque eso supone el fortalecimiento de una industria en Portugal, un país en el que tenemos presencia desde hace más de ocho años. Y que haya presencia activa de los dos grandes Tier-1 españoles puede suponer un beneficio para ambas partes.

¿Es posible el desarrollo de alguna alianza o colaboración con Aernnova?

Eso es algo que ahora mismo no está encima de la mesa

 

Una de las mejores noticias que podemos dar a día de hoy es que en Aciturri no hay en vigor ningún ERTE

 

¿Y analizan posibilidades para crecer con la compra de otras compañías o proveedores?

Hemos salido de la crisis con una posición financiera bastante robusta que nos permite plantearnos operaciones de crecimiento inorgánico. Es una vía, además, que está en el ADN de la compañía porque así es como nos hemos ido construyendo a lo largo de los últimos años, encadenando operaciones corporativas e integraciones. Ahora llega el momento de analizar nuevas oportunidades tanto en el ámbito de las estructuras, como en el motor. Y ahí estamos trabajando activamente para buscar oportunidades que nos den tamaño, tecnología y también ayudarnos a la implantación internacional para ampliar nuestra presencia más allá de Brasil y Portugal. 

Pero Aciturri no solo hace aeroestructuras, tiene una línea centrada en motores. Son un elemento crítico de la industria en el que se quiere trabajar para ganar en sostenibilidad ¿Cómo ven el escenario?

Es que, aunque ahora seamos eminentemente de aeroestructuras, los orígenes de Aciturri tuvieron mucho que ver con las piezas de motor trabajando, además, de manera muy estrecha con ITP desde hace muchísimos años. Y ahora el motor es una de nuestras grandes apuestas de diversificación. Estamos tratando de posicionarnos en ese ámbito como un proveedor de referencia teniendo ya contratos directos con los grandes fabricantes de motores como Safran, Rolls Royce o Pratt & Whitney