Si Europa da finalmente un paso adelante y desvincula el precio del gas de la electricidad se aliviará mucho el cepo que el elevado precio de la energía está poniendo en los últimos meses sobre ciudadanos y empresas.  

La jefa del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, anunciaba el pasado viernes que planteará propuestas de emergencia para esta desvinculación a finales de este mes, lo que supondrá que se dejará de pagar el precio de toda la energías, incluidas las renovables al precio de la más cara, en este caso el gas, y supondrá un cierto alivio para la factura de muchas empresas cuya estructura de costes está muy lastrada por su depencia de la energía para su producción. Muchas han empezado a parar ya su actividad, porque producen en pérdidas, en lo que parece el anuncio de un goteo continuo de cierres empresariales si la solución no llega pronto.

La crisis bélica en Ucrania ha empeorado una situación que no es nueva. Hace tiempo que las empresas electrointensivas -y también las que no lo son- se quejan del elevado coste de la energía que en caso de las grandes consumidoras supone a veces hasta el 60% de sus gastos.

Entonces, si no es una cosa nueva ¿por porqué las empresas no se han preparado para esto? ¿por qué la mayoría, hasta un 80% no tiene contratos cerrados con las compañías eléctricas y está sujeto a los vaivenes del mercado energético?

Fuentes de las empresas del sector coinciden en cuál es la primera de las causas: No hay contratos a largo plazo a precios competitivos,  PPA como se les conoce en sus siglas en inglés (Power Purchase Agreement). 

Mientras que en otros países como Alemania y Francia las empresas tienen en su mayoría de sus contrato de energía cerrado, aquí pasa lo contrario.

Más del 80% tienen que acudir para comprar la mayoría de su energía al mercado libre. Es decir, además falta tradición de cerrar contratos a largo plazo, que se añade a la falta de oferta de denuncian  las empresas.

Pese a que después de que se aprobara el decreto por parte del Gobierno de Sánchez con el que se pesaba limitar los beneficios de las eléctricas, el Ejecutivo llegó a un acuerdo con estas compañías para que ofrecieran acuerdos energéticos competitivos a la industria, desde las empresas aseguran que esos contratos no llegan y cuando lo hacen "son humo", no son competitivos". "Si las eléctricas venden en el mercado  libre  a 300 euros no te van a firmar un PPA a 40 euros".

Al margen de la oferta que consideran que no es competitiva desde las eléctricas, lo cierto es que a la empresa le cuesta también firmar ese contrato en aras de la diversificación de riesgos, o porque puede que la compañía firme un contrato a largo plazo y luego en el mercado libre la oferta sea mejor. Algo que pasaba antes de que los precios de la energía empezaran a subir de forma desbocada.

De hecho, no es habitual que se firmen contratos por el 100% de la energía que se vaya a consumir, sino para el 40% o el 50% en aras a esa diversificación.

La empresa se encuentra, además con otros problemas añadidos, según señalan, como el hecho de que tienen que contratar una serie de Mw en previsión de lo que van a consumir. Si contratan más de los que consumen finalmente se puede entender como un contrato especulativo y que los auditores te obliguen a tratarlo como un derivado  que puede afectar a la cuenta de resultados de la empresa. 

Pero además, desde el sector se señalan como otros de los puntos que no han facilitado la existencia de estos contratos el hecho de que para firmar a largo plazo la compra de energía, que suponen mucho dinero, la eléctrica necesita garantía de que vas a pagar, como es lógico, y precisas de unos avales bancarios  a los que no todas las empresas puede acceder, en función además de cuál sea su nivel de endeudamiento por oteas cuestiones. 

El Gobierno de Pedro Sánchez ha puesto en marcha hace unos meses el  Fondo Español de Reserva para Garantías de Entidades Electrointensivas (FERGEI) con el que se prevé avalar PPA, con la garantía de  la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación SA (Cesce).

Pero las empresas insisten en que además de avales se necesitan PPA ha precios competitivos. "Y de eso no hay", dicen