Alconza se niega a retirar el expediente de regulación de empleo (ERE) con el que prevé el despido de 38 personas pese a la presión de los trabajadores, que llevan tres semanas en huelga indefinida, desde el 28 de febrero. La plantilla lamenta la postura de la compañía, a la que acusa de tener un plan de relanzamiento basado en la “destrucción de empleo”.
Según el comité de la planta de Berango, la empresa ha rechazado una última propuesta consistente en la retirada del ERE a cambio de la aprobación de un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), con garantías de mantenimiento de los puestos de trabajo, y la prejubilación de empleados de hasta 55 años.
Un tercio de la plantilla
Por otra parte, el comité ha pedido al Gobierno vasco que medie para garantizar el mantenimiento del empleo en esta planta dedicada al diseño y fabricación de motores para navíos y que pertenece al Grupo Irizar, especializado en el sector de autobuses y autocares. Los 38 empleados afectados suponen más de una tercera parte de la plantilla, que asciende a 102 trabajadores.
Al margen de la afectación de esta decisión sobre estas 38 familias, los trabajadores advierten de que los despidos harán incluso peligrar el futuro de la planta. Además, recuerdan que llevan años reclamando al Grupo Irizar un “plan industrial real” que garantice estos puestos y el porvenir de la factoría.
Precarización
En este sentido, denuncian que, desde que Iriza compró Alconza, no ha aportado carga de trabajo y no ha hecho más que “precarizar” las condiciones laborales de los empleados, incluida la “bajada salarial”. Dicho de otro modo, hablan de “dejadez” y lamentan que las consecuencias las pagan “los de siempre”.
En paralelo, en ocho años se han repartido dividendos de “caso 10 millones de la caja que tenía Alconza”.