ArcelorMittal Bergara, atrapada en la huelga de transportistas, detiene su actividad
La compañía comunica que para las máquinas por carencia de material y por problemas en la distribución del producto
23 marzo, 2022 16:58ArcelorMittal Bergara, en Gipuzkoa, también sucumbe a la huelga de transportistas por el precio de los carburantes. La factoría, que además sufre el elevado coste de la energía, paró su actividad ayer martes ante la imposibilidad de recibir el semiproducto desde la planta de Olaberria y, a su vez, no poder distribuir lo que produce por la protesta de los camioneros, según han explicado fuentes de la empresa.
Las mismas fuentes explican que, en la planta de Bergara, se están produciendo problemas “por arriba y por abajo”. La factoría, en este escenario, estará parada “hasta que se solucione” la situación. Por su parte, en las instalaciones de Olaberria, también en Gipuzkoa, se trabaja “de forma intermitente” y se aprovechan las franjas horarias en las que el coste eléctrico es “más asequible”. Pero no saben “cuántos días” podrán aguantar, ya que el paro del transporte ha ocasionado también “dificultades de abastecimiento y expedición”.
Problemas de distribución
Respecto a la planta vizcaína de Etxebarri, se está “trabajando bien, sin mayores dificultades”, aunque “ya tiene algún problema derivado de que no llega la bobina de acero” que le suministra la sede de Avilés (Asturias) y que llega por carretera. De hecho, hay alguna línea parada.
Por su parte, el centro de distribución de ArcelorMittal en Basauri presenta problemas para repartir material.
ACB Sestao
En el caso de la Acería Compacta de Bizkaia (ACB), ubicada en Sestao, ha arrancado la actividad “con normalidad” este miércoles tras permanecer parada desde el 9 de marzo por el coste de la electricidad. Continuará con el mismo calendario de trabajo que tenía antes de la parada. En concreto, se han programado seis días de trabajo y cuatro de descanso, a tres turnos y el objetivo sigue siendo el de producir 45.000 toneladas al mes para ir incrementando la producción progresivamente.
La planta de Sestao había arrancado el 3 de marzo su actividad tras permanecer parada desde el 7 de diciembre, tiempo que aprovechó para proceder a toda la remodelación de la línea de colada número dos, con el objetivo precisamente de intentar mitigar el impacto por los altos costes energéticos, de electricidad y gas. De acuerdo al calendario de trabajo, la planta tenía que haber vuelto a producción, tras los cuatro días de descanso, el 13 de marzo pero el alza de los precios le llevó a no hacerlo.